• El llamado de ayuda llegó hasta las autoridades municipales, quienes se comprometieron a verificar el comercio ubicado en pleno centro josefino, cuente con los permisos para operar, al día de hoy la familia sigue esperando una respuesta Pamela Padilla Soto San José del Cabo, Baja California Sur.- Fue hace tres años que integrantes de la familia Cortés, se acercaron a la familia Girón, vecinos contiguos al local comercial ubicado en la calle Manuel Doblado, en pleno centro de la cabecera municipal, para de palabra prometerles que sería tan sólo por un tiempo que colocarían un horno para cocinar vidrio soplado justo al lado de la pared de su casa. Tal promesa se olvidó con el paso de los años y la familia Girón ahora sufre las consecuencias de un local que aseguran, no cuenta con los permisos necesarios de las autoridades para llevar a cabo tal labor, la cual pone en riesgo su patrimonio y hasta su integridad física, pues creen que podría venirse abajo su vivienda y los químicos que expiden, provocar daños a su salud. Nubia Girón, hija de los afectados, reveló que el principal problema fue que el horno lo instalaron sin hacer una contrapared, porque como sería por un periodo corto de tiempo no querían hacer dicha inversión, lo que ha provocado afectaciones en su domicilio, principalmente en las habitaciones que están justo detrás del horno, pues se han cuarteado. “Los hornos inician a trabajar a las 4 de la mañana y para las 8 ó 9 de la mañana la pared ya está súper caliente y se mantiene de esa forma hasta altas horas de la noche, entonces cuando los bloques se enfrían, comienzan a tronar y ahorita ya están todos agrietados, yo escucho como truenan”, compartió. Dijo que cuando vieron las afectaciones nuevamente se acercaron a hablar con el propietario del negocio de vidrio soplado, sin embargo, éste les volvió a decir que era cuestión de tiempo para retirar el horno del lugar y así cada vez que lo buscan, pero a raíz de la explosión del edificio del Chamizal, su preocupación se incrementó, por lo que se acercaron a la regidora Cristina Medina, quien expuso el tema ante el pleno del Cabildo. “Nos acercamos a la regidora Cristina Medina para que nos ayudara y luego nos acercamos a las autoridades y quedaron en resolvernos si la fábrica tenía o no permisos de Protección Civil, pero al parecer lo que sucedió es que hubo compadrazgos por ser conocidos del director general de esta dependencia, pero ya pedimos con urgencia que nos ayuden porque además del ruido del horno, también hacen herrería y desde las 4 de la mañana están trabajando, además de que el olor de químicos es constante; nos da miedo que por estar sin permisos, sin contrabarda y en un lugar que no es apto para este tipo de comercio, nos pase algo, lo único que nos divide son láminas, algunas lonas y maderas”, aseveró el señor Jesús Girón.

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