BRUSELAS, 15 de septiembre.— Los ministros del Interior de la Unión Europea no lograron un acuerdo unánime ayer sobre el plan presentado por la Comisión Europea para el reparto de 120 mil refugiados para ayudar a Grecia, Italia y Hungría a hacer frente a la llegada de migrantes.
No todos están a bordo”, dijo el ministro luxemburgués, Jean Asselborn, luego de una reunión extraordinaria con sus pares en Bruselas, agregando, sin embargo, que “una gran mayoría” está en sfavor y que el tema será decidido en octubre.
Para nuestra propuesta de 120 mil no alcanzamos el acuerdo que buscábamos”, dijo por su parte el comisario europeo para la inmigración, Dimitris Avramopoulos.
Los ministros debían discutir el plan presentado la semana pasada por la Comisión Europea de redistribuir en la UE esa cantidad de refugiados llegados a Grecia, Italia y Hungría.
Pero esa propuesta, que suponía un reparto por cuotas por país, fue fríamente recibida por varios países del este.
No hubo consenso, muchos países estaban en desacuerdo. No éramos sólo nosotros o la República Checa, sino también otros países”, dijo a la agencia de prensa checa CTK el ministro eslovaco Robert Kalinak.
Fuentes europeas indicaron que República Checa, Eslovaquia, Rumania, Hungría y Polonia se opusieron a participar en el plan de repartición.
Cierran fronteras
Hungría, Austria, República Checa, Holanda y Eslovaquia anunciaron ayer el restablecimiento de los controles en sus fronteras pocas horas después de que Alemania tomara la misma decisión, acuciada por la llegada masiva de migrantes al país que este año podrían alcanzar un millón.
La decisión de Berlín, que suspende de facto el espacio Schengen de libre circulación de personas en Europa, puso todavía más presión a los ministros de la Unión Europea que este lunes se reúnen en Bruselas para tratar la cuestión.
Austria “hará lo mismo que Alemania (...) y llevaremos a cabo temporalmente controles en las fronteras”, dijo la ministra de Interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner.
Hungría cerró el principal paso fronterizo con Serbia, por donde ingresaban al país miles de migrantes.
Mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, enfrentó un conato de rebelión en su partido y una andanada de críticas por ordenar súbitamente reforzar las fronteras después de abrir las puertas del país a los refugiados.
Terminó el cuento de hadas”, afirmó el diario Der Spiegel tras dos semanas en las que Alemania y su canciller, del partido conservador CDU, quisieron dar ejemplo al mundo acogiendo sin límite a los solicitantes de asilo.