Christian González San José del Cabo, Baja California Sur.- Nadie podrá olvidar que en el año 2014 Los Cabos estuvo en los ojos del mundo, pues la furia del huracán ‘‘Odile’’ arrasó todo a su paso. En medio de la catástrofe, la desesperada lucha por subsistir inició con los actos de rapiña donde los artículos de primera necesidad pasaron a segundo término. Muchos ciudadanos recuerdan aquella madrugada como si se hubiera tratado de una pesadilla. La psicosis por inseguridad, obligó a miles de habitantes a construir barricadas y realizar patrullajes en sus respectivas colonias; palos, machetes, cuchillos y hasta armas de fuego portaban para defender su patrimonio. Incomunicado, sin luz y sin agua potable, así se mantuvo el destino turístico por más de diez días. Miles de personas, entre locales, turistas extranjeros y nacionales, fueron evacuados mediante el puente aéreo que estableció el gobierno Federal de manera gratuita. Doña Bárbara Castro, habitante de la cabecera municipal, comenta que la tragedia provocada por ‘‘Odile’’ será algo que difícilmente podrá olvidar. ‘‘Nadie esperaba que el huracán nos iba a pegar así de feo, fue una noche de terror la que vivimos. Muchos días sin agua y sin luz, la comida era escaza, salías a la calle y no mirabas un solo poste de luz parado, árboles y cables de electricidad tirados por toda la calle, no tenías idea del tiempo que tardaría en volver todo a la normalidad’’ ‘‘La gente afuera de los centros comercial cargaba los carros con refrigeradores, lavadoras, salas, estufas; bueno, todo lo que le cupiera. Se comenzó a correr la voz de que unas personas andaban asaltando las casas, los vecinos empezaron hacer fogatas y se turnaban para las guardias, mucha gente se empezó a ir en los vuelos que hubo’’ ‘‘Teníamos que dormir en la sala porque el calor estaba de remate, los zancudos ni se diga. Cuando vimos que andaban soldados y la Gendarmería haciendo sus recorridos empezamos a sentir más confianza, le decían a la gente que ya no era necesario quedarse despierto toda la madrugada por que ellos estarían vigilando’’ ‘‘No había ningún lugar para comprar comida, tardabas hasta cuatro horas formado para echar gasolina, no te vendían más de doscientos pesos. Fuimos haciendo a un lado la tristeza, y entendimos que para que Los Cabos empezará a levantarse, uno mismo tenía que dar el primer paso, fue así que entre los vecinos nos organizábamos para limpiar nuestra cuadra; recoger la basura, las ramas y poco a poco ir desapareciendo esas imágenes que le dieron la vuelta al mundo’’ ‘‘La cara de las personas lo decía todo; desesperación, tristeza, miedo y angustia. No había otro tema de que hablar más que de la manera en como sobrevivimos. Cuando se pudieron hacer las primeras llamadas de celular, lo primero fue contactar a los familiares, decirles que estábamos bien y que había que esperar a que poco a poco regresara la normalidad’’ ‘‘Cuando veías que en algunas casas ya había luz, al primer trabajador de la CFE que encontrabas en la calle le preguntabas que si para cuando pondrían electricidad en tu colonia, cuánto tiempo más tardarían, no sabías. Los primeros cinco días era puro escuchar aviones y helicópteros, unos llegaban y otros se iban para después regresar’’ ‘‘Es poco triste recordar todo esto porque se te viene a la mente de nueva cuenta toda la destrucción, jamás quisiera volver a vivir algo así. Será algo que difícilmente voy a olvidar por todo lo que pasó; la inseguridad, los días sin electricidad, sin comida, noches sin poder dormir, miedo y tristeza, hay que agradecer a Dios que seguimos con vida, gracias a toda la gente que nos tendió la mano, Los Cabos está de pie’’ relató con la voz entrecortada Hoy se cumple un año de lo que se considera una de las peores catástrofes en el municipio de Los Cabos, cada uno de sus habitantes conserva el vivo recuerdo de aquella madrugada del 14 de septiembre, hay quienes no corrieron con la misma suerte que otros, pues ‘‘ Odile’’ los dejó prácticamente sin nada.

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