• A casi 20 años de que se desplomó el techo es de admirarse la remodelación lograda Dionicio Lara Lucero La Paz, Baja California Sur.- Tras el desplome del techo del Santuario Guadalupano (ubicado en 5 de Febrero y Serdán de esta capital), desde hace ya casi 20 años, el Patronato Pro Reconstrucción y los profesionales de la construcción, con la ayuda de Dios y el apoyo de la comunidad católica han hecho prácticamente milagros al lograr un avance de más de un 50 por ciento de la obra, reconocieron ayer el arquitecto Alfredo Tinoco Reyes, Director Responsable, y el ingeniero Luis Fara de Anda, Presidente del Consejo Técnico de la construcción.

Con la ayuda de Dios se han hecho milagros en la reconstrucción del santuario de La Paz

A su vez, el también encargado del Área Técnica de la obra, ingeniero Héctor Puglisi, confirmó en exclusiva para El Independiente que la remodelación que al interior del recinto se ejecuta en estos momentos quedará concluida para el 30 de noviembre próximo “con el objetivo de que haya libertad total para todos los feligreses que acuden a los festejos Conmemorativos de la Virgen de Guadalupe que año con año se realizan previo a su fecha de aparición: el 12 de Diciembre”. Al dejar en claro que posterior a esa fecha, los trabajos se reiniciarán a partir de enero del 2016, Puglisi, los profesionistas de la construcción, informaron que para finales de noviembre se pretende terminar con la obra del cañón final, los brazos laterales al fondo, lo mismo que la bóveda, aclarando que para su conclusión final distan aun unos 10 años más. Agregaron que a partir de enero se pretende continuar con la realización de los pisos de concreto del Sagrario al frente,, explicando que todavía falta el Atrio, exteriores, columnas de canteras, puertas laterales, el frente, así como ornamentación de las cúpulas, entre otras acciones que una vez concluidas permitirán observar toda la belleza de nuestro Santuario Guadalupano. Cuestionado en relación a la inversión de las obras, el ingeniero Héctor Puglisi afirmó que resulta difícil cuantificar, toda vez que “se realizan conforme la gente va aportando poco a poco, de tal manera que no se pueden definir los costos”. Inclusive, sobre esto último, reconoció que “se registra un fenómeno entre la comunidad católica, porque muy a pesar de que no se le pide dinero para esta obra, la gente observa que se están registrando avances y le brota la voluntad de ayudar, de tal manera que se dan aportaciones diversas desde 100 pesos y más, porque además se dan aportaciones discretas”, concluyó.