BERLÍN, 30 de septiembre.– El gobierno de Alemania endureció ayer la política de acogida de demandantes de asilo de los Balcanes, para mejorar su gestión de la crisis migratoria en Europa, a donde llegó m
BERLÍN, 30 de septiembre.–
El gobierno de Alemania endureció ayer la política de acogida de demandantes de asilo de los Balcanes, para mejorar su gestión de la crisis migratoria en Europa, a donde llegó más de medio millón de migrantes, en gran parte sirios, desde comienzos de año.
La principal medida aprobada por el consejo de ministros en Berlín es la declaración de Albania, Kosovo y Montenegro como “países de origen seguros”. El objetivo es poder expulsar más fácilmente a los demandantes de asilo de estos tres países de los Balcanes.
En el primer semestre de 2015, cerca de 40% de los solicitantes de asilo venían de dichos países. De estas demandas se satisfizo menos de 1 por ciento.
Estas solicitudes entorpecen además el examen de las demandas de decenas de miles de refugiados sirios o iraquíes, que por el contrario tienen muchas más posibilidades de que se acepten sus solicitudes.
Igualmente se prevé que al llegar a
Alemania los refugiados reciban “en la medida de lo posible” prestaciones en especie, y no en dinero en efectivo. Con esto, Berlín quiere que el país sea menos atractivo para los migrantes económicos.
Dichas normas deben entrar en vigor en noviembre, previa votación en el Parlamento.
Crisis afecta a Angela Merkel
Alemania espera recibir este año hasta un millón de inmigrantes, una cifra récord que pone a prueba las capacidades de acogida del país y le ha granjeado críticas a la canciller Angela Merkel en las filas conservadoras, que la acusan de ser demasiado generosa.
De hecho, el respaldo al partido conservador de Merkel cayó a un mínimo anual de 38.5%, en medio de las preocupaciones de los votantes por la crisis de refugiados que azota a Europa.
Pese a ello, Merkel aún es considera una de las líderes más valoradas de Alemania.
La encuesta INSA, realizada por el periódico Bild, mostró que el apoyo a la canciller disminuyó un punto porcentual en la última semana. Los Socialdemócratas, que comparten el poder con Merkel en una coalición de izquierda-derecha, también perdieron apoyo, dado que su intención de voto bajó a 23.5 por ciento.
Este resultado revela que la “gran coalición” se situó en su nivel más bajo de respaldo popular desde las últimas elecciones de hace dos años.
“La crisis de los refugiados está causando problemas a todo el bloque conservador y la ‘gran coalición’ está más débil que nunca”, dijo el jefe de INSA, Hermann Binkert, al diario Bild.
El partido más radical de la izquierda ganó medio punto porcentual, llegando a 10.5 por ciento de apoyo, el mismo que obtuvieron los Verdes, que aumentaron un punto.