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Hoy es sábado, 23 de noviembre de 2024

Al Pacino rechazó 'Star Wars'

  CIUDAD DE MÉXICO, 5 de septiembre.- Corren tiempos en que el Lado Oscuro de la Fuerza vuelve a desequilibrar la galaxia. En tres meses el mundo volverá a emprender un viaje a través del séptimo episodio d

Al Pacino rechazó 'Star Wars'

1297072   CIUDAD DE MÉXICO, 5 de septiembre.- Corren tiempos en que el Lado Oscuro de la Fuerza vuelve a desequilibrar la galaxia. En tres meses el mundo volverá a emprender un viaje a través del séptimo episodio de Star Wars, los jedis lucharán por sobrevivir, el Imperio querrá aplastarlos y el Halcón Milenario volverá para una nueva misión. Ayer, el veterano actor Al Pacino visitó el país como parte del evento México Siglo XXI organizado por Fundación Telmex, en el Auditorio Nacional. ¿Y qué tiene que ver él con la nueva entrega de la saga? Pues dijo “no” para interpretar a Han Solo; y no se arrepiente en absoluto. La declaración dejó helados a los 10 mil becarios universitarios que ocuparon las butacas del inmueble. Algunos se quedaron boquiabiertos al desconocer el hecho, otros rieron y los aparentemente geeks se llevaron las manos a la cabellera, sin que les importara el peinado. Harrison Ford debe su carrera a mí”, bromeó el actor de 75 años al ser interrogado por el audaz Larry King, quien le lanzó una pregunta certera desde un sofá: “¿De qué te arrepientes?”. Pacino sintió la mirada penetrante del periodista, quien sostuvo una tarjeta de preguntas como si fuera el mazo de un juez y provocó que el personaje despegara su espalda del respaldo. Star Wars fue una de las películas que rechacé. Lo hice, honestamente, porque no entendí el guión. De verdad, así fue, así de fácil. Fui con mi amigo Charlie y le pregunté ‘¿qué es esto?’, lo leyó y me dijo que tampoco sabía qué era y le dije que iban a hacer un filme con ese guión. Sí fue un error, pero no lo lamento, no tengo nada que lamentar. Cometí errores, pero no me arrepiento de lo que hago”, dijo sin titubear. La respuesta sorprendió a la audiencia, pero aplaudió la tremenda honestidad. King lanzaba las preguntas; sin embargo, Pacino tomaba cada una como un reto para demostrar el impecable talento que ha aprendido a través de los años. Él apareció en el estrado con una facha digna del final de una noche de copas en viernes; zapatos, pantalón y saco negro, y una camisa blanca desfajada. Su cabello parecía peinado por el viento, alborotado y esponjado; y su inconfundible barba de candado, ya canosa, denotaba su cercanía a la octava década. Por un momento, todos en el público pensaron que, de verdad, Pacino estaba ebrio. Aparentemente, nadie descubrió que el neoyorquino hizo muestra de su magistral talento al interpretar un pasaje de la obra The Iceman Cometh, un texto de Eugene O’Neill, en el que dio vida a un borrachín. Al ver las expresiones de sorpresa de los jóvenes, el actor tuvo que explicar que sólo se trababa de una actuación, detrás de él, King se quitó la mano izquierda del mentón para hacer una expresión de admiración por el talento derrochado, el cual tiene un origen y una historia digna de recordar. Estuve en un entorno muy pobre en el Bronx. Cuando era muy joven mi mamá me llevó al cine. Ella trabajaba. Así me conecté en la actuación y lo disfrutaba porque estaba solo, con mis abuelos, y actuaba la mayoría de los papeles que veía en las películas. La actuación salvó mi vida, porque todos mis amigos más cercanos murieron por drogas y mi vida se protegió a través de la actuación, pues me la pasaba en las obras escolares y era algo que me apasionaba. Mi mamá también me influyó y fue alguien muy importante. Ese instinto de supervivencia me puso en acción”, compartió a su público, e hizo una analogía de su infancia con la pizza, algo que atacó de risa a todos. Por momentos el actor se paraba con la mirada clavada en sus oyentes, la mirada de un sádico que preguntaba si conocían su trabajo en Scarface, en Justicia para todos y, obviamente, en El Padrino, de donde provienen anécdotas que lo hicieron tomar asiento para poder contarlas, como si fuera un abuelo contando sus buenas épocas a sus nietos. Marlon Brando es una inspiración, sobre todo en esa escena de El Padrino justo antes de morir. Tengo que contar algo con todo respeto: a Marlon no le gustaba aprender sus líneas, así que tenía un teleprompter, además, durante las escenas, había mucha gente cargando cartones con las palabras que tenía que decir y, para mí, era rarísimo”, reveló. Su actitud durante la ponencia era la de un niño inquieto, que no ordenaba sus ideas, pero actuaba por impulso Pacino fue cuestionado por su director mexicano favorito. No supo el nombre, sinceramente, lo olvidó y no tuvo empacho en decirlo. Shawn, la esposa de King, se levantó de una butaca en primera fila en su auxilio con el nombre del cineasta en su celular pero simplemente, por la diminuta letra, no alcanzó a leerla. En todo momento fue honesto, jamás intentó aparentar ser un sabelotodo, ni querer apantallar a los chavos con las mieles de su fama, o la evidente cultura que denota al platicar sobre la música de Giorgio Moroder, su gusto por el rap; su breve dominio en el español, producto de un amorío con una latina y amistades cubanas; y su fanatismo shakespeariano. La primera vez que me dijeron en la calle que yo era Michael Corleone —su personaje en El Padrino— me quedé helado”, relató Pacino, un actor que tiene claro que para sobreponerse a la crueldad de la fama tiene que comenzar con la máscara del amado y odiado anonimato. LARRY KING, EXPERIENCIA DE 80 AÑOS La mañana estaba nublada, apenas se asomaban escasos rayos de sol, pero el célebre periodista estadunidense Larry King apareció en el Auditorio Nacional de muy buen humor, vestido con camisa y corbata, pantalón y zapatos, y un par de tirantes que recordaron el estilo que manejaba la vieja escuela de periodistas. Su ponencia parecía que no era la apropiada para despertar a los 10 mil becarios de Fundación Telmex que se reunieron; sin embargo, fue un prejuicio erróneo que pronto se esfumó. El tener un micrófono en su poder activó su memoria automáticamente. Con sus 81 años la experiencia, las historias y anécdotas no caben en ninguna ponencia: recaudó dinero para un fin altruista, sobrevivió a una operación a corazón abierto, ha charlado con Bill Gates, Carlos Slim y Nelson Mandela, entre otros; lamenta no tener en su currículum una plática con Fidel Castro y expresa maravillas de su actual esposa, Shawn Southwick, quien en ese momento dormía profundamente, según el también comediante. El encargado de entrevistar a King fue Javier Solórzano, quien en su segundo cuestionamiento puso el dedo en una controversia llamada Donald Trump, un tema que interesó al estadunidense y en el que se extendió al entender que era un tema que atañía a los mexicanos. Lo conozco de hace 40 años. Lo que está haciendo ahorita es terrible y, la verdad, me siento muy triste por mi país, porque él ha tomado un hilito de una cosa muy pequeña y está atacando a los inmigrantes, y dijo que México mandaba a sus violadores a Estados Unidos, pero estaba yo pensando en la situación y sería como:1297071 ‘A ver, todos los violadores fórmense en los autobuses, todos se van a ir a Estados Unidos mañana a las 9:15’. Es absurdo. Hay estadísticas que dicen que los inmigrantes tienen una tasa de criminalidad menor a la de los ciudadanos estadunidenses, pero ellos están alimentando la necesidad que tiene la gente de sentirse mejor que los demás”, dijo con mucho humor. Después de bromear, King se notó algo serio. Sus propias palabras revelaron que los demócratas y republicanos no se pueden ver ni en pintura, una enemistad que aprovecha su compatriota para crear su campaña para alcanzar una candidatura a la Presidencia. No creo que vaya a ser candidato y si es nominado, no creo que gane”, sentenció un hombre que no se ha retirado, debido a que Carlos Slim y Vladimir Putin, casual, le llamaron por teléfono y lo convencieron de seguir activo, pese a que su show, Larry King Live, fue cancelado por CNN en 2010. Suficientes preguntas para él, así que presumió su olfato reporteril que, en casi seis décadas, ha sacado información de más de 60 mil personajes en todo el mundo. Arturo Elías Ayub, director de Fundación Telmex, se sumó a ese número. King lo puso nervioso al preguntarle si le gustaría ser presidente de México. “Para mí es más importante lo que puedo hacer dentro de la fundación que fuera de ella”, dijo Elías Ayub.   FUENTE: http://www.excelsior.com.mx/funcion/2015/09/05/1044059#imagen-3