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Hoy es viernes, 22 de noviembre de 2024

Verónica Gerber Bicecci hace al lector un detective en su novela 'Conjunto vacío'

La narradora ganó el Premio Internacional de Literatura Aura Estrada 2014 Agencia México.- Que el lector se convierta en un detective y hurgue en la historia para descubrir sus secretos. Esa fue la apuesta que l

Verónica Gerber Bicecci hace al lector un detective en su novela 'Conjunto vacío'

  • La narradora ganó el Premio Internacional de Literatura Aura Estrada 2014

Agencia

México.- Que el lector se convierta en un detective y hurgue en la historia para descubrir sus secretos. Esa fue la apuesta que la narradora Verónica Gerber Bicecci (Ciudad de México, 1981) imprimió en su novela Conjunto vacío, ganadora del Premio Internacional de Literatura Aura Estrada 2014, en la cual decidió estirar el lenguaje de forma experimental para que las palabras se fundieran con signos, metáforas y diagramas en una secuencia de memoria, ausencia, olvido, vacío, indiferencia y dolor.

Verónica Gerber Bicecci hace al lector un detective

“En esta novela me importaba mucho contagiar al lector de cierto aire detectivesco, pero no porque ésta sea una historia policíaca, sino más bien porque me interesa que el lector se acerque al libro de otra manera, es decir, que se interese por descifrar las cartas con mensajes secretos y los dibujos donde no se sabe muy bien por qué están hechos así”, detalló.

Al mismo tiempo, Gerber Bicecci aseguró que en este libro “tenía muchas ganas de escribir en torno a un personaje desaparecido, ausente, un actor que pasara inadvertido, pero que no concentrara la atención del lector. De ahí también viene la idea de ese conjunto vacío, pues me interesaba delinear ese hueco que primero adquiere la madre, luego el padre, pero también la propia narradora, quien se convierte en un hueco de sí misma”.

Esta idea le hizo pensar que todo ser humano está hecho de huecos, como una especie de queso gruyere. “Porque todos tenemos agujeros a causa del amor, de nuestra familia o en la amistad… pero también tenemos huecos dentro del país, del Estado y en nuestra realidad”.

En torno a eso también está obsesionada Verónica –la protagonista de la historia–, quien se detiene en esos agujeros personales y sociales que están relacionados con nuestro contexto, aseguró.

Por otro lado, la autora explicó que la desaparición de la madre se convirtió en un juego sutil que le sirvió para abordar el tema del exilio, es decir, y al mismo tiempo le sirvió para enlazar el pasado con el presente desde el mismo lente del exilio.

“Esa madre se vincula con esos vacíos sobre los que quería reflexionar, por ejemplo explica el contexto en que se producen esos vacíos, huecos o agujeros. Porque esa situación de la madre tiene que ver con algo que me importaba: las consecuencias del exilio, pues también es cierto que el problema no acabó con la dictadura Argentina y se retiró con su consecuente periodo democrático”, apuntó.

Prueba de ello es que ahora mismo podemos ver cómo aquel exilio argentino se vincula al exilio de los mexicanos que huyen de la violencia y de una realidad que los lastima. “Así es como se conecta ese tema con México, justo ahora que nos encontramos en el centro de esta problemática. Ahora sólo nos queda pensar en las consecuencias que recaerán sobre esos niños sobrevivientes de la violencia; qué será de ellos dentro de diez o 20 años”.