• Te presentamos el recuento de este año de terror para los paceños Gilberto Santisteban Flores La Paz, Baja California Sur.-Las armas desenfundadas junto a la rabia que empuja a la tristeza de un pueblo que ha visto
• Te presentamos el recuento de este año de terror para los paceños
Gilberto Santisteban Flores
La Paz, Baja California Sur.-Las armas desenfundadas junto a la rabia que empuja a la tristeza de un pueblo que ha visto como lo una vez fue un paraíso utópico para vacacionar ahora se ha convertido en un campo de guerra que ha costado más de un centenar de muertos.
La situación que vive Baja California Sur se convierte, ejecución tras ejecución, en un genocidio histórico para la entidad, y ahora que se ha cumplido un año de que el primer acontecimiento tuviera lugar en el municipio de La Paz, presentamos el recuento de los crímenes que han tenido mayor trascendencia e impacto entre los sudcalifornianos.
Es imposible contextualizar al lector sobre la problemática de las narco ejecuciones que vive la entidad, sin mencionar el primer acontecimiento que paralizó a los paceños aquella noche del 31 de julio del 2014.
En medio de una ráfaga propinada con cuernos de chivo, Alberto Montero Lizarraga, Jesús Estaban Espinoza Velázquez y José Enrique Urquiza Portillo fueron acribillados por un comando armado, en medio de un terrorífico escenario, como si de una película de terror se tratara.
En el kilómetro 6.3 de las carretera La Paz – Los Planes, se presenció lo que sería hasta ese momento, el despliegue de elementos de seguridad más impactante del que se hubiese tenido registros en La Paz.
Muchos rezaron para que este múltiple homicidio se tratase de un caso único e irrepetible, sin embargo, en menos de 15 días se reportó la segunda ejecución que abriría pasó a la ola de violencia que hasta el día de hoy presenciamos los paceños.
Dos semanas después, el 16 y el 17 de agosto se documentó la primera jornada de violencia, cuando Juan Antonio Herrera Guemez de 18 años de edad y Gerardo Geraldo Méndez de 41 años de edad fueron liquidados en escenarios distintos de la capital.
A partir de ese fin de semana, a través de redes sociales, los ciudadanos comenzaron a manifestar un estado de psicosis y temor ante la posibilidad de los crímenes violentos estuvieran lejos de finalizar.
El miércoles 27 de agosto del 2014, aquellos que nos dedicamos a cubrir la fuente policíaca trabajamos en una intensa jornada que fue bautizada como un “Día de Locos”, entre levantones y tiroteos que no se detuvieron hasta que se notificó sobre el hallazgo de la primera fosa clandestina de este periodo de violencia.
Septiembre del 2014 inició ante la incertidumbre total de si este fenómeno se detendría, sin embargo, las esperanzas de que la tranquilidad regresará se fueron cayendo pedazo a pedazo, puesto que las ejecuciones se duplicarían en este mes.
A pesar de que Baja California Sur recibió el impacto de Odile, que prácticamente paralizó al Estado, septiembre del 2014 supero el número de ejecuciones que se documentaron en julio y agosto del 2014.
Uno de los casos más escalofriante fue el múltiple homicidio que se guardó en la memoria de los habitantes de Los Barriles: Guadalupe Torres López de 31 años de edad, originaria de Sinaloa y Rosendo Jesús Acevedo Amador de 25 años de edad, originario de La Paz fueron asesinados en su propio domicilio, el cuerpo de la mujer presentaba notorias señas de violencia.
Mientras este acontecimiento se daba, José Ramón Sánchez Quiroz era acribillado en la misma población, por lo que era un hecho que las ejecuciones no tenían como parámetros las colonias de la ciudad capital, sino los poblados del municipio.
Una de que la contingencia que ocasionó el huracán Odile estuvo bajo control de las autoridades, el lunes 29 de septiembre del 2014 se registró el primer tiroteo tras el golpe del fenómeno meteorológico.
En calles de la colonia El Progreso Vivah, Marcos Gerónimo Alvarado Uriarte de 33 años de edad y Oscar Fernando Ramírez Flores perecieron tras un enfrentamiento con armas de fuego, en el que además resultaron lesionadas dos personas.
Septiembre del 2014 finalizó con un conteo de ocho ejecuciones documentadas, lo que dejaba una lista de 15 víctimas en dos meses.
¿Y ahora qué? Era la pregunta más recurrente que hacían los paceños cuando inicio octubre del 2014, mes en el que se matricularon 16 asesinatos atribuidos a la ola de violencia, convirtiéndose, por poco tiempo, en el periodo más sangriento jamás registrado en la historia de Baja California Sur.
Uno de los crímenes más brutales, que se reportaron en este periodo, se dio el domingo 12 de octubre del 2014: tres jóvenes habrían sido quemados dentro de un automóvil en el kilómetro 38 de ña carretera La Paz – Ciudad Constitución.
Mario Alberto López García, alias “El Júnior”, de 20 años de edad, originario de Badiraguato, Sinaloa, Tomás Antonio Rico Castro, alias “El 3”, de 21 años, originario de La Paz, y Carlos Antonio Mayoral Hernández El Mayoral, de 28 años, originario de Ciudad Constitución fueron las víctimas de este atentado.
Días después, estos tres sujetos parecieron en lo que fue el primer narco vídeo, en donde hombres encapuchados los cuestionaban sobre las actividades ilícitas a las que se dedicaban; los hoy occisos, presentaban notorias señas de violencia en la grabación.
El broche de oro de octubre y una de las jornadas más intensas para los elementos de seguridad, se suscitó la noche de Halloween, cuando cinco personas fueron asesinadas en distintos puntos de la ciudad.
El primer hallazgo de la noche de brujas tuvo lugar cerca del corralón de la Policía Federal, en una brecha cercana a la carretera a Los Planes; el cuerpo de Carlos Flores Leyva fue encontrado en un avanzado estado de putrefacción.
Mientras todos salían de sus hogares, con disfraces terroríficos e intentando provocar el miedo en los demás, un verdadero escenario de espanto se presentaba en inmediaciones de la playa conocía como La Eréndira.
Tres cadáveres, amordazados y torturados, fueron arrojados en este balneario, es despliegue de unidades no se hizo esperar, sin embargo, mientras unos agentes se dirigían hacia La Eréndira, otros se movilizaban hacia la colonia Santa María.
El último homicidio de octubre, tuvo lugar en las calles de la colonia Santa María: .- Erwin Yovany Sunderley Guerrero, de 22 años de edad, fue acribillado con cuernos de chivo mientras viajaba a bordo de una bicicleta, pereciendo en la escena sin que los paramédicos lograran hacer algo por él.
Noviembre del 2014 abrió con la misma intensidad del cierre del octubre del 2014, puesto que el 1 de noviembre se reportaron otros cuatro asesinatos, sumando en total nueve homicidios en La Paz en menos de 24 horas, estadística histórica, debido a que meses atrás, ese era el número de casos que había por mes.
El primer caso de ese 1 de noviembre del 2014 se registró cerca de las 10:00 horas: Carlos Azarael Rodríguez Liera de 30 años de edad, aparecía sin vida en el libramiento Oceguera en una brecha cercana a la colonia Márquez de León.
Los sicarios que dieron muerte a esta víctima, le dejaron caer una piedra en la cabeza para después dejar en la escena el cuerpo en esa misma posición.
Más tarde, cerca de las 16:00 horas, José Ángel González Portillo de 20 años de edad, Juan Carlos Morales Vargas de 33 años de edad y José Luis Ponce Ruiz, fueron liquidados en una balacera en la colonia Centro.
Un comando armado les cerró el paso en las calles Ignacio Ramírez y Manuel Encinas, donde abrieron una ráfaga de más de 30 disparos que le costó la vida a a estos tres individuos. El Pescadero también se ha vestido de negro y de sangre: el 7 y 8 de noviembre del 2014, Germán Paul Rodríguez, de 24 años de edad, y Uriel Trejo Medrano, fueron ajusticiados con armas de fuego en distintos puntos de esta población. Estos fueron los primeros casos reportados en esta comunidad.
Otra de las jornadas de violencia que causo eco en la redes sociales y los distintos medios de comunicación, se documentó el 21 de noviembre del 2014.
Alrededor de las 21:00 horas, Cristhian Bianchi Díaz y Refugio Amador Núñez de 28 años de edad, recibieron más de 16 impactos de bala en las calles Alta Tensión entre 5 de Mayo e Independencia, causando el pánico total entre los habitantes de la zona.
Minutos después de este caso, Benigno Lucero Camacho fue asesinado de un tiro en la cabeza en la comunidad de El Sargento.
Noviembre del 2014, pasó a convertirse en el periodo más sangriento de la historia de la entidad, con 17 muertes anotadas. Para antes del inicio de diciembre del 2014, Baja California Sur reportaba 48 narco ejecuciones en cuatro meses.
Durante diciembre del 2014, las fiestas decembrinas llegaron con una pausa de hechos violentos; se apuntaron cuatro casos, que fueron un indicador de que las ejecuciones ya no causaban el mismo impacto y temor en la población. El 2014 finalizó con 52 víctimas.
Con el año nuevo, también comenzaron a reportarse casos con indicios de mayor violencia, por lo que de alguna manera, los ciudadanos comenzaron a manifestarse y solicitar una pronta solución a esta problemática.
El 9 de enero del 2015, se dieron los primeros homicidios de este tipo en el municipio de Los Cabos, en los cuales Fabrizio Cota Rosales de 23 años de edad y Andrés Enrique Franco Echeverría, fueron víctimas de un comando armado, que al igual que la mayoría de los casos, los acribillaron con armas de fuego.
El homicidio que ha causado una de las reacciones más notorias entre los paceños se presentó el martes 13 de enero del 2015; Juan Carlos Bareño Avilés, de 35 de edad, fue descuartizado y sus miembros fueron repartidos en distintos puntos de la ciudad.
Sus manos y piernas fueron dejadas en el interior de una hielera, en el cruce de las calles Tuparam y Gómez Farías; en callejón Manuel Torre Iglesias y Regidores, su cabeza fue encontrada por un pequeño que se dirigía a la escuela, y su torso fue dejado en un inmediaciones de la colonia santa Fe.
11 homicidios dolosos de este tipo fueron documentados en enero del 2015, para el cierre de este mes ya se contabilizaban 63 ejecuciones.
Durante febrero del 2015 se dieron diversos reportes que sacudieron la tranquilidad de los paceños, en donde se reportó el primer enfrentamiento entre sicarios y policías, además se notificó sobre el hallazgo de la segunda fosa clandestina en esta ola de violencia.
El jueves 19 de febrero del 2015 se reportaron más muertes en el municipio de Los Cabos, donde Cesar Carrizal Jeyeño, de 21 años de edad, Valerio Carrizal Jeyeño de 31 años de edad y Paulino Gurrero Martínez, de 29 años de edad fueron asesinados por un comando armado.
Cinco días después, el 24 de febrero del 2015, luego de que se diera un levantón en inmediaciones de la colonia Miramar, se desataron diversos operativos en la ciudad de La Paz, que desembocaron en un enfrentamiento de más de una hora entre delincuentes y elementos del Grupo de Coordinación.
El libramiento Oceguera se convirtió en un campo de guerra, en el que Adrián Alberto Blanco, de 24 años de edad y Mario Zazueta, de 24 años de edad, ambos originarios del estado de Sinaloa, perdieron la vida a manos de los efectivos de seguridad del Estado.
A escasos dos kilómetros de enfrentamiento, agentes localizaron, en la ranchería denominada “Las Mulas”, el cuerpo sin vida de Leonardo Meza Almaráz, de 32 años de edad, originario de Ciudad Constitución, quien habría sido levantado en la colonia Miramar.
Sin embargo, la ola de terror no culminó ahí, las autoridades notificaron que en el terreno de la ranchería cercana al campo de tiro Los Gavilanes, se encontraba lo que sería la segunda fosa clandestina, en el que estaban el cuerpo de un hombre y una mujer, los cuales aún no han sido identificados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Durante febrero del 2015 se anotaron siete ejecuciones y dos caídos en enfrentamiento con elementos de seguridad, por lo que el conteo subía a las 72 víctimas atribuidas al crimen organizado.
A lo largo de marzo del 2015 se vivió una paz relativa en la capital, se documentaron cuatro ejecuciones, el caso más recordado fue el tiroteo que se suscitó el sábado 7 de marzo en la gasolinera que se ubica en Colosio y Forjadores.
Una familia que viajaba a bordo de una camioneta fue interceptada por un grupo de hombres armados, el cual abrió fuego en su contra, perdiendo la vida Israel Torres Inzunza, de 32 años de edad.
A partir de este momento, se respiró una pausa en la ola de violencia, puesto que durante un mes no habría reportes que dañaran la tranquilidad de los sudcalifornianos.
Sin embargo, en abril del 2015 retornaron las ejecuciones con mayor fuerza, alcanzado un total de 16 víctimas, por lo que la lista ascendió a los 92 casos en nueve meses.
Uno de los días más intensos fue el miércoles 29 de abril del 2015, cuando se documentaron tres homicidios. El primero de ellos en la colonia Jericó; Noé Daniel Alvarado, de 35 años de edad, originario de Costa Rica Sinaloa, recibió diversos impactos en el pecho, perdiendo la vida a bordo de una camioneta blanca.
Las otras dos víctimas fueron liquidadas en inmediaciones de la colonia Pueblo Nuevo, cuando viajaban a bordo de un vehículo marca Jeep, línea Cherokee, color azul, fueron embestidos con cuernos de chivo.
Los occisos fueron identificados como Jesús Pablo Peña Lara, de 32 años de edad y Manuel Salvador Cota Olachea, de 40 años de edad, ambos originarios de la ciudad capital.
Mayo del 2015 comenzaban, y ante los cuestionamientos de los ciudadanos sobre si esta problemática podía incrementarse, la respuesta fue: sí, sí podía ser peor.
Ese mes pasó a la historia como el periodo de 31 días más sangriento de la historia de Baja California Sur, con un total de 21 muertes, de la cuales 19 fueron ejecuciones y dos fueron hombres que cayeron en un enfrentamiento con policías.
Everardo García Silva, Humberto de la Rosa Rubio y Martín Zavala fallecieron tras un combate con armas de fuego entre sicarios, esto en la plena madrugada del martes 5 de mayo, en un domicilio ubicado en 5 de Febrero y Venustiano Carranza, colonia Los Olivos.
Decenas de ráfagas de impacto de bala se escucharon esa madrugada, mientras que los habitantes de la zona sólo pensaban en ponerse a salvo bajo sus camas, en uno de los capítulos más amargos que han vivido los vecinos de este sector.
Una semana después, el martes 12 de mayo del 2015 se registró otra de las jornadas más impactantes, en pleno centro comercial dos hombres fueron asesinados a disparos, sin importar quién estuviera cerca.
Alán Giovany Hernández García de 28 años de edad, originario de La Paz, y Hernán Rivera Beltrán de 38 años de edad, originario de Sinaloa eran los nombres de los occisos, quienes recibieron diversos impactos, esto en la tienda denominada Ley Las Garzas.
A penas se asimilaba este acontecimiento, cuando en la noche de ese mismo día, se notificó sobre otro cuerpo, sin embargo, éste no venía completo.
Martín Alonso Fausto, de 22 años de edad, fue desmembrado el martes 12 de mayo y arrojado, en distintas avenidas de La Paz, la mañana del miércoles 13 de mayo.
El domingo 24 de mayo del 2015, se presenció un escenario totalmente contaminado por los ciudadanos que se acercaron a curiosear la muerte de Fabiola Patricia Estrada, de 29 años de edad y de Valerio Ramírez Ruiz de 36 años de edad; en donde además una menor de ocho años de edad fue alcanzada por las balas.
La familia fue interceptada por un grupo de sicarios que abrió fuego en su contra en inmediaciones de un Oxxo en la colonia San Miguel.
Poco antes de que el mes terminara, el 28 de mayo del 2015, elementos de la Policía Estatal fueron agredidos por un grupo de hombres armados que les lanzaron una granada de fragmentación, lo que dio pie al enfrentamiento más intenso y largo que se ha presentado en un año.
Con el refuerzo de elementos municipales, ministeriales y de las fuerzas armadas, los efectivos lograron frenar el ataque en el que dos delincuentes perdieron la vida.
Según autoridades del Grupo de Coordinación, en este altercado se logró la aprehensión de Abel Nahúm Quintero Manjarrez o Cruz Alonso Lozoya Uriarte, alías “El Grande” y el fallecimiento de Víctor Barraza Martínez, alias “El 28”.
Una gran pérdida para el gremio periodístico se vivió ese día negro: nuestro compañero, Adolfo Lucero sufrió un ataque al corazón mientras cubría el hecho en medio de la balacera, suceso que marcó la conciencia y el dolor de todos aquellos que cubrimos policíaca.
Cuando mayo del 2015 finalizó el conteo de víctimas subió a los 113 casos documentados en un periodo de diez meses.
Durante junio del 2015, muchos pensaban que la incidencia de homicidio doloso disminuiría, puesto que las ejecuciones no fueron constantes como en mayo del 2015, sin embargo, para el último día de este mes el número de víctimas subió a 120.
El hecho más impactante fue el hallazgo de dos fosas clandestinas en inmediaciones de El Comitan, donde se llevó a cabo labores de exhumación, localizando las autoridades tres cuerpos y cuatro bolsas de plástico con restos humanos, un total de cinco cuerpos: tres mujeres y dos hombres.
El 31 julio del 2015 se cumplió un año de balaceras, ejecuciones, levantones, movilizaciones policiacas, que han lacerado y lastimado a la sociedad paceña, y ha puesto a Baja California Sur en los índices de homicidios dolosos más negativos que se hayan registrado.
A lo largo de julio del 2015, se contaron nueve ejecuciones más. Hoy en día, esta tierra ha absorbido la sangre de 129 cuerpos, que pesan sobre la transformación que ha tenido La Paz en los últimos doce meses, en donde pasó de ser el destino favorito de los vacacionistas a un campo de guerra, y todo parece indicar que la conflagración no ha terminado.
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