• El matrimonio Padilla Jiménez teme que si dejan el lugar que por 30 años han ocupado no puedan volver a entrar y pierdan su fuente de trabajo
Brenda Yañez
Cabo San Lucas, Baja California Sur.- Ya son más de 20 días desde que el señor Román Padilla y su esposa la señora Socorro Jiménez no han podido salir del lote 5 perteneciente a FONATUR, debido a conflictos que sostienen con el gerente de API Cabo San Lucas, Héctor Montaño Cota.
A pesar de que el pasado miércoles el señor Padilla declaraba para Diario El Independiente, que está en la mejor disposición de negociar, los días pasan y el conflicto continúa. De acuerdo a Román Padilla el problema surgió por el retiro de 6 de 8 puestos de comida del lugar que fueron trasladados al lote 7 por medio de engaños asegura Padilla.
“Yo me encuentro aquí en este lugar, encerrado desde el día primero de agosto por instrucciones de Héctor Montaño Cota, gerente de API que mando aquí a cerrar y soldar nuestras puertas de acceso, nos encontrábamos 8 vendedores y por andar de metiche Fernando Díaz Pineda de la CROC y por ahí sabemos que ya lo corrieron, vino y engaño a los demás compañeros, de los 8 engaño a 6 junto con Montaño y se los llevó al lote 7. Nos ignoró a dos y aquí estamos encerrados, cuidando nuestras cosas”.
De acuerdo a las declaraciones de Román Padilla a los vendedores de comida que retiraron del lugar se les había dicho que para ayer 20 de agosto terminaba el dragado del espejo de agua, motivo por el cual se tuvieron que retirar y que a partir de ayer podían volver, sin embargo, esto no sucedió tal y como lo prometió Fernando Díaz Pineda, secretario de CROC en CSL.
“El problema es que este lugar es de FONATUR y tal parece que ya lo concesionó o vendió a particulares. Se encuentra un carro oficina donde están los ingenieros y arquitectos en donde ya están haciendo planos para la construcción que van a hacer. A los compañeros se los llevaron con engaños de que iban a hacer el drenado del espejo de agua y hoy a 20 de agosto iban a regresar, así se los planteó Fernando Díaz y Héctor Montaño, no han hecho ningún trabajo, ya se acabó el tiempo y no hay nada y no pueden entregar el predio a esos nuevos dueños porque tiene problemas, que hay dos negocios que no los invitaron”.
Por 30 años el matrimonio Padilla Jiménez han permanecido en el lote 5 vendiendo comida, razón por la cual temen retirarse del lugar como se lo solicita API, ya que aseguran que el lote 7, que es el lugar en el cual movieron a todos los puestos del lote 5 es un lugar muy sucio y de mal aspecto y ningún comensal querrá acercarse ahí.
Padilla Ramírez declaró que el problema surgió porque el gerente de API, Héctor Montaño Cota quiso meter dos puestos más al lote 5, a pesar de que FONATUR no permite que más de 8 vendedores estén en el lugar.
“Se los llevaron a un lugar donde están vendiendo alimentos y es un lugar donde tiene contenedores de basura, es una hediondez, una peste, solo los clientes que sean muy arriesgados van a comprar ahí alimentos. Y el problema con Montaño se da porque aquí tenemos un convenio con FONTUR API, donde nada mas deberíamos ser 8 y Montaño por andar de enamorado con unas compañeras de él, de una agrupación de nombre “Los Pinolillos” que ni siquiera las conozco quiso venir a poner un lugar aquí, pero los documentos no lo permiten, nos hace vigilantes del predio y no podíamos ni nosotros mismos meter uno más, quiso imponerlas, no lo dejamos y ese es su coraje”.
“Aquí estoy, ciertamente ya me ofrecieron pasarme allá con ellos pero yo se los pido por escrito, que me lo firmen, porque mandan mensajes o correo electrónico que no trae ninguna firma y no quieren hacer, porque dicen que API no es la dueña del terreno que es FONATUR y Montaño engaño a sus jefes y les dijo que el predio ya estaba limpio, pero nunca les dijo que nada mas había negociado con 6 y que dos estaban aquí, no pueden entregar porque hay problemas”.
Ramón Padilla Ramírez y su esposa Socorro Jiménez Cortez encabezaron una manifestación en el Lote 5 y pidieron al gerente de API, que resuelva de inmediato el problema.
“Queremos que ya se ponga las pilas Montaño y que ya se resuelva, vemos que no tiene la capacidad de ser un gerente de API porque no ha podido venir a hablar conmigo, que es lo que está pasando, me tiene mal informado, mas bien no hay información de que se pretende hacer con este lote. Me invitan a salir pero la consigna es de que si salgo no entro ya y no voy a perder mis cosas”.
Por su parte, la señora Socorro Jiménez indicó que temen que si salen del lugar que no han abandonado día y noche por más de 20 días, no puedan volver a entrar y perderían sus cosas, además temen que tomen represalias en su contra, por lo cual no están dispuestos a salir del lote.
“No es nada formal, nada serio. Si salimos ya no nos dejan entrar y no sé qué represalias van a tomar en contra de nosotros. Tenemos 30 años vendiendo en este lote y nunca había habido problemas hasta ahora con le señor Montaño, porque no lo dejaron poner un puesto dentro de aquí que era para una de sus amigas, de ahí vino el conflicto y ya se hizo más grande”.
La señora Socorro expresó que Héctor Montaño no se ha acercado a dialogar con ellos, por lo que no ven cercana la solución del problema, pero aseguró que están dispuestos a una reubicación o un lugar para continuar laborando pero que sea mejor al lote 7.
“El señor Montaño no ha querido venir a dialogar con nosotros y estamos en las mismas, no tenemos solución de nada, estamos solos y sin trabajar. Queremos que nos reubiquen o nos den un lugar para poder seguir trabajando. No sabemos si vendieron el terreno, si esta concesionado, a nosotros no nos informaron de nada, simplemente sacaron a los 6 de 8 y nos quedamos nosotros, porque a nosotros no nos tomaron ni en cuenta”.
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