Danzantes voladores mezclan la tradición maya y colonial
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Quiché Guatemala.- Los disfraces y los colores se mezclaron gracias a la tradición Maya-Quiché y la tradición colonial española durante la celebración de la feria municipal de Joyabaj, en el departamento de
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lunes, 10 de agosto de 2015.
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Quiché Guatemala.- Los disfraces y los colores se mezclaron gracias a la tradición Maya-Quiché y la tradición colonial española durante la celebración de la feria municipal de Joyabaj, en el departamento de Quiché, una comunidad indígena ubicada al noroeste de Guatemala.
Las festividades que agasajan a la "Virgen del Tránsito", patrona del lugar, reunieron a miles de joyabatecos, quienes disfrutan de las actividades culturales y religiosas desde antes del amanecer.
El parque de Joyabaj, desde temprano, se llena de danzantes que ejecutan, disfrazados, diferentes tradiciones del Quiché.
Uno de ellos es el baile del "Torito", que al ritmo del instrumento nacional de Guatemala, la marimba, reúne a tres traviesos toros que retan a los conquistadores españoles con diferentes travesuras.
Los aludidos, con látigos, tratan de calmar a los inquietos animales mientras estos molestan a los espectadores con empujones y bromas.
También representan el "baile de los mexicanos", donde unos hombres con máscaras y sombreros de charros se disputan la atención de una mujer, quien los rechaza constantemente, mientras estos hacen alarde de sus habilidades para bailar y se retan unos a otros con pistolas falsas.
Estas danzas solo son el preámbulo del evento más esperado por los pobladores y también por los turistas: el "Baile del Palo Volador".
En éste, cuatro hombres se cuelgan de lazos en un palo de más de 30 metros de altura.
Tras subir las escaleras, los hombres, llamados "voladores" ó "mashines", ejecutan la danza basada en una historia del libro sagrado Maya Quiché, el Popol Vuh, en la cual se relata la leyenda de los hermanos Jun Batz y Jun Ch'owen.
Ambos fueron castigados por tratar de asesinar a los gemelos de cada uno, Hunahpú e Ixbalanque.
Cuando fallaron en su intento, los dioses los convirtieron en monos.
Es por ello que los hermanos bailan graciosamente mientras bajan desenrollando el lazo al ritmo de la música tradicional de Joyabaj.
Para elegir el palo desde el cual se realiza la danza, los bailadores y participantes hacen el ritual del "Fuego Sagrado", en el cuál se le pide a la naturaleza que les provea con el árbol adecuado y después, entre decenas de hombres, lo trasladan al centro del parque.
Este ritual también es parte del Popol Vuh, el cual relata que el palo fue cargado por más de 400 hombres.
Por ocho días en la feria abundan el color, las tradiciones y el alcohol a raudales.
En esta época no está mal visto que los hombres caminen borrachos por las calles mientras honran a su patrona.
Y los niños también son protagonistas de los bailes, un honor que se les da a algunos cuantos, quienes puedan costearse el disfraz para así acompañar a los mayores en las tradiciones.
El Palo Volador se ejecuta en fiestas patronales después de la conquista española, ya que los indígenas debieron acomodar a las celebraciones de la cultura española sus costumbres.
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