Nat Geo realiza documental que muestra, con imágenes inéditas, la visita de Castro al país norteamericano, donde incluso habla inglés Agencia México.- Un Fidel Castro carismático, que confiesa su gusto por Nueva
Agencia
México.- Un Fidel Castro carismático, que confiesa su gusto por Nueva York —donde le gustaba visitar sus famosos delis—, que intenta mantener buenas relaciones con Estados Unidos y que aprende a utilizar su imagen para defender las ideas que le convirtieron en líder de la Revolución Cubana, será revelado en un nuevo documental que, a través de imágenes inéditas, se centra en la figura del estadista y político.
Castro lleva dos relojes en la muñeca izquierda, su mano acunada sostiene la frente y apenas permite ver los ojos mirando hacia abajo; alguien a su derecha, con la misma barba que caracterizó a los revolucionarios, le habla. Es una de las imágenes realizadas con película Kodak Tri-X que capturó Roberto Salas, quien fuera su fotógrafo personal. En otra imagen se ve al revolucionario charlando y mirando fijamente al Che Guevara, quien observa el horizonte.
Las fotografías fueron recabadas en Cuba por el periodista y documentalista estadunidense Tom Jennings. Junto con la USB que contiene algunas de las imágenes inéditas de Salas en versión digital, el cineasta llevó consigo a su estudio, más de 12 horas de grabación que obtuvo de Cubavisión. Con ese material y muchas imágenes más recabadas en Estados Unidos —incluidos videos caseros, documentos y notas de prensa— Jennings ha tratado de reconstruir la vida de Castro desde sus inicios como revolucionario hasta los años en que cede el poder a su hermano Raúl.
El trabajo de una hora ha sido titulado Fidel y será lanzado en México por Nat Geo el domingo 26 de julio, justo cuando se cumplen 62 años del asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, que desembocaría en la creación del Movimiento 26 de julio. Su transmisión sucede también luego de las dos reapariciones públicas del comandante y en un momento en el que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se restablecerán hoy, con la apertura de sus respectivas embajadas.
No ha sido la intención de Jennings realizar un documental lleno de versiones de terceros, con testimonios y entrevistas. Fidel está construido enteramente con imágenes fijas y en movimiento de época: entrevistas concedidas por el militar y político, imágenes recogidas por agencias internacionales y noticieros, así como videos caseros y tomas que quizás se transmitieron en su momento, pero que después quedaron guardadas.
¿Qué archivos fueron consultados?
Encontramos medios en muchas y diversas fuentes. Algunas muy tradicionales, como la Associated Press, pero también de dos o tres lugares que nos parecieron sorprendentes: uno de ellos es una colección de fotos tomadas por un fotógrafo en tiempos de la Revolución y que se encuentra en la Universidad de Yale, en Massachusetts, donde tienen cientos y cientos de galerías que muestran a Castro visitando Estados Unidos a principios de 1959. Fuimos al sistema de bibliotecas de Florida y descubrimos que la gente que ha vivido allí toda su vida, ha tomado muchas fotografías que termina donando. Durante el éxodo del Mariel (1980), pudimos encontrar fotografías tomadas por ciudadanos que vivían en Key West y que querían documentar lo que estaba sucediendo.
Obviamente, nunca antes han sido vistas, porque no fueron tomadas por un fotógrafo profesional y la intención original no era que fueran publicadas.
¿Qué se consultó en Cuba?
Nuestro chofer en Cuba, donde siempre hay alguien que conoce a alguien que, a su vez, conoce a alguien más, conocía al fotógrafo personal de Fidel Castro. Uno de sus fotógrafos es un hombre llamado Roberto Salas y su padre también fue fotógrafo de Castro. Le preguntamos a nuestro chofer si era posible que nos encontráramos con Salas y 24 horas más tarde estábamos sentados en la sala de su casa donde tenía cientos de fotografías esparcidas en un montón de mesas. Fue una cuestión de mera suerte. Fuimos a las más importantes cadenas de noticias para que ellas mismos buscaran en sus archivos más antiguos. Muchos archivos se encuentran en películas cuyas latas no están muy bien identificadas.
No fue mi idea hacer el documental de Fidel Castro, en realidad fue una idea de National Geographic. Mi compañía se especializa en hacer filmes en Estados Unidos, especialmente en eventos donde tenemos que apoyarnos mucho en secuencias de archivo, en secuencias fílmicas de noticias para contar una historia. Entre más me metí pude ver cómo la gente desconfía de Fidel Castro o no están muy seguros de qué pensar sobre él. Encontré una entrevista de 1979 donde Fidel Castro a bordo de un aeroplano, habla de su luna de miel en la ciudad de Nueva York, durante tres meses; había rentado un apartamento y una de las cosas que le gustaba hacer era ir a un deli a comer un delicatessen. Encontramos también algunas tomas de cuando llegó a Nueva York después de la Revolución (1959), en los meses posteriores. En el filme están las tomas de noticias que registraron el momento en que no podía cruzar la calle –creo que era la Sexta o la Séptima Avenida cerca de la Penn Station– y necesitó casi 30 minutos para cruzarla debido a la gran multitud que había allí.
¿Qué más sucedió en esa visita?
Una cosa que encontré fascinante es que inmediatamente después de la Revolución el público estadunidense lo acogió como a alguien que había hecho algo realmente fenomenal; que fueron en realidad los funcionarios del gobierno quienes se preocuparon de que fuera comunista y de que el país habría de ser convertido en algo que ellos no querían a las puertas de Estados Unidos. Pero me sorprendió descubrir lo amado que era. También encontramos imágenes de Castro poniendo una ofrenda en el Lincoln Memorial de Washington, D.C., y poniéndose de pie para pedir que le tomaran una foto junto a Thomas Jefferson en el Jefferson Memorial de Washington, D.C.
“Usamos reportes noticiosos para tratar de seguirlo a él a través de la Revolución: los reporteros que se encontraban allí se preguntaban si él era realmente un hombre de su gente y después hubo una especulación internacional que afirmó que en realidad era un dictador. Yo creo que él decidió que con el fin de que funcionara su versión de Cuba las cosas tenían que ir de cierta manera y que si no iban de esa manera, entonces no iban a funcionar bien. Descubrimos a través de esta película no sólo los primeros años, sino también sus entrevistas con periodistas en años posteriores, donde él continuamente dice que nunca es sobre él el asunto.
Si uno mira lo que sucedió podría argumentar que probablemente tuvo que ver con él, pero en una entrevista que nosotros encontramos, que concedió a PBS en Estados Unidos en algún momento de la década de los ochenta, vuelve a decir que el asunto no es sobre él y que pueden echar una mirada alrededor del país: “No hay un sólo pueblo bautizado con mi nombre. El asunto no es conmigo. Nunca ha sido conmigo”, les dijo. Yo no recuerdo haber encontrado ningún pueblo o calle con el nombre Avenida Fidel Castro o Pueblo Fidel Castro. Él tiene razón en eso de que no intentó, al menos dentro de su propio país, atraer la atención hacia sí mismo en la forma en que otros líderes lo hacen en otros países donde incluso hay edificios que llevan sus nombres.
¿Cree que con las nuevas relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, las idea sobre Castro cambiará?
Una de las cosas que tratamos es de no ser políticos. Solamente quisimos relatar los sucesos tal y como ocurrieron y es por eso que nos apoyamos mucho en escenas de noticias. Queríamos mostrar tantas tomas como nos fuera posible para que la gente pueda darse una idea clara de lo sucedido a fin de que pueda tomar sus propias decisiones. También encontramos cada una de las tomas donde Castro aparece hablando en inglés, mucha gente no sabe que él puede hablarlo y que lo hizo, que en un momento previo a la ruptura de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, Castro mismo visitó Estados Unidos y que tuvo la esperanza de tener buenas relaciones con su gobierno.
Yo pienso que ustedes van a ver a un Fidel muy carismático. A un líder político que es muy listo y lo que está haciendo. A alguien que entiende de qué manera se puede ganar el apoyo popular. Van a ver también qué tan dispuesto estuvo a quedarse solo en contra de Estados Unidos. Él estuvo dispuesto a quedarse solo inclusive durante el periodo especial cuando la economía de Rusia, o la economía soviética, colapsó. Para mí fue fascinante que él pudiera ser capaz de hacer lo que hizo y de aceptar las consecuencias de ello. Se trata definitivamente de alguien que es un disidente, pero también de alguien que es firme en sus creencias.”
¿Dónde y cuándo?
Fidel, bajo la dirección de Tom Jennings, se transmitirá el próximo domingo 26 de julio a las 20:00 horas por Nat Geo.