El ensayo y la fotografía fueron los dos grandes temas del homenaje que se realizó ayer en el Centro Histórico Agencia México.- A terraza del Museo del Estanquillo fue insuficiente para dar cupo a las legiones d
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México.- A terraza del Museo del Estanquillo fue insuficiente para dar cupo a las legiones de personas que admiran la obra del escritor Carlos Monsiváis (1938-2010) y que ayer asistieron en masa para ser parte del homenaje que se le rinde a un lustro de su muerte.
Dos mesas de reflexión llamaron la atención del público que por la tarde pudo ver el programa de actividades: Monsi y el ensayo, y Monsi y la fotografía, en las que especialistas y amigos de Carlos Monsiváis evocaron ambas pasiones del homenajeado.
El ensayo, como uno de los géneros literarios en los que destacó la obra de Monsiváis, y la fotografía como una de sus aficiones personales más desarrolladas, fueron los dos grandes temas del acto impulsado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Antonio Saborit, Guillermo Fadanelli y Julio Trujillo fueron convocados por la mesa de análisis en torno a la labor ensayística del autor de obras como Nuevo catecismo para indios remisos y Los mil y un velorios. Crónica de la nota roja, entre otros títulos.
Poco después, para abordar el tema de las afinidades de Monsiváis con la fotografía, el caricaturista Rafael Barajas El Fisgón y la fotógrafa Graciela Iturbide entablaron una charla, moderada por Alfonso Morales, para develar sus puntos de vista.
Simultáneamente, y desde las 12:00 horas de ayer, en el espacio abierto del Museo del Estanquillo se llevó a cabo un maratón de lectura en voz alta a la que, sin cesar, decenas de personas participaron llevando en las manos diversos libros escritos por el homenajeado.
Mediadores del Programa Nacional Salas de Lectura (PNSL), promotores de Clubes de Lectura de la Ciudad de México, responsables de Libro Clubes y mucho público asistente tuvieron participación en la sesión de lectura continua en voz alta sobre una selección de obra.
Al mismo tiempo se realizaron el taller de crónicas y narrativa fotográfica Construyendo mi ciudad, en el que, tomando como base fragmentos de crónicas de Carlos Monsiváis, se llevaron a cabo intervenciones fotográficas para generar nuevas narrativas visuales.
Otro taller fue Improntas de la ciudad, en el que los participantes experimentaron las bases del lenguaje fotográfico a partir de un acercamiento al principio de construcción de una imagen, cuya premisa parte de radiografiar, dibujar, capturar y dejar impronta de lo que se mira.
También se impartió un taller de grabado que complementó la exposición dedicada al artista plástico Leopoldo Méndez (1902-1969), abierta actualmente en el Museo del Estanquillo. Todas las actividades, que terminaron a las 20:00 horas, fueron de carácter público y gratuito.
El homenaje cerró con un concierto del flautista y director Horacio Franco, músico clásico mexicano, quien con 30 años de trayectoria y un variado repertorio que incluye música antigua, contemporánea y popular, es reconocido a nivel internacional.
Como parte del homenaje hubo venta de libros y una sala de lectura que fue montada en la terraza del museo. Sillones rodeados de libros de todos los géneros literarios para dar gusto a todos los lectores, evocaron a Monsi en su sofá.