Los pasajeros del avión fueron plenamente conscientes de que iban a estrellarse según una grabación que pudieron ver el semanario francés Paris Match y el diario alemán Bild, gracias a un teléfono Ag
Agencia
París, Francfort.- Los pasajeros del avión A320 de Germanwings eran plenamente conscientes de que el aparato se iba a estrellar y gritaron "Dios mío" antes del choque, según una grabación que pudieron visionar el semanario francés Paris Match y el diario alemán Bild.
En la grabación "se oye gritar 'Dios mío' en varias lenguas", indicó hoy Paris-Match en su página de internet. El semanario asegura que no alberga "ninguna duda" acerca de la procedencia de la grabación, por un teléfono móvil.
"La escena es tan caótica que no se distingue a nadie pero los gritos de los pasajeros revelan que eran perfectamente conscientes de lo que iba a suceder. Hacia el final, después de una sacudida más fuerte, se intensifican los gritos. Y luego nada", precisa Paris Match.
En la misma grabación, "también se oyen, por lo menos tres veces, golpes metálicos que permiten pensar que el piloto intenta abrir la puerta de la cabina con ayuda de un objeto pesado", añade Paris Match, extremo confirmado por las grabaciones de la caja negra del avión. La catástrofe del Airbus A320 en los Alpes franceses dejó 150 muertos. El copiloto del aparato es sospechoso de haberla provocado.
Lufthansa anunció hoy que el copiloto del avión había informado a la aerolínea en 2009 de que anteriormente había sufrido una depresión severa. La compañía, de la que Germanwings es subsidiaria, declaró que había entregado a la fiscalía documentos obtenidos "por medio de nuevas investigaciones internas", "en interés de una elucidación rápida y sin fallo" de las circunstancias del drama.
Entre esos documentos, se incluye información que concierne la formación de pilotaje de Andreas Lubitz, "documentos médicos", y "la correspondencia por correo entre el copiloto y la escuela de pilotaje".
Es a través de esa correspondencia que el joven entregó en 2009 documentos médicos que establecían que estaba capacitado para proseguir su formación, aunque había sufrido un "episodio depresivo severo".
El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, que el miércoles acudirá a un lugar cercano al escenario del drama para rendir homenaje a los equipos que trabajan sobre el terreno, afirmó la semana pasada que no tenía "el menor indicio" sobre las motivaciones del copiloto.
Spohr explicó entonces que el copiloto había interrumpido su formación durante "varios meses" hace seis años por motivos que, según el responsable, no tenía derecho a revelar. Andreas Lubitz había superado todas las pruebas necesarias y consiguió terminar la formación. Era "100% capaz de pilotar" un avión, había asegurado Spohr.
Los aseguradores de Germanwings anunciaron hoy haber hecho una provisión de 300 millones de dólares (279 millones de euros), tras la catástrofe del Airbus. "Puedo confirmar que 300 millones de dólares han sido colocados como provisión" para hacer frente a las posibles demandas por daños y perjuicios por parte de las familias de las víctimas del avión estrellado, declaró un portavoz de Lufthansa, confirmando así informaciones aparecidas en el diario Handelsblatt.
Según este rotativo de negocios, los daños e intereses pagados en el caso de un siniestro aéreo se elevan generalmente a un millón de dólares por pasajero, pero por cuestiones jurídicas la presencia de estadunidenses entre las 150 víctimas mortales podría desemboca en una mayor indemnización. El avión estaba asegurado en 6.5 millones de dólares, según Handelsblatt.
Andreas Lubitz se encerró solo en la cabina, aprovechando una breve ausencia del comandante. Es sospechoso de haber estrellado deliberadamente el avión contra las montañas, según dedujo la justicia francesa de las grabaciones sonoras registradas en una de las dos cajas negras, recuperada por los investigadores.
Entretanto, las operaciones de búsqueda en el lugar del impacto del A320 en los Alpes franceses continuaron hoy, una semana exacta después de la catástrofe.
Según el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ), ocho especialistas israelíes han sido enviados al lugar para ayudar a recuperar los restos de una víctima judía. Estos especialistas están entrenados en este tipo de trabajos, debido a los atentados en Israel. El judaísmo impone la integridad de los cuerpos de las víctimas durante su entierro.
Los investigadores y gendarmes franceses pueden acceder ahora a la zona a través de una pista abierta el domingo. "Trabajamos más rápido, hasta más tarde y traemos más restos", indicó la gendarmería francesa, precisando que se encontraron "más de cuatro mil piezas", incluyendo pedazos del avión y restos humanos.
Los equipos deben "terminar el 8 de abril la labor de repatriación de los cuerpos y de las piezas importantes" del avión. "Después una firma civil pagada por Lufthansa va a descontaminar" la zona, precisó la fuente. Se están realizando también trabajos de "sondeo en la tierra", ante la posibilidad de que la caja negra que aún no ha sido encontrada "esté enterrada".
En un comunicado, la Oficina francesa de Investigaciones y Análisis para la aviación civil (BEA) indicó que va a esforzarse "en describir más precisamente, desde un punto de vista técnico, el desarrollo del vuelo".
"Ese trabajo se basará en particular en el análisis detallado de las informaciones de la grabación sonora del CVR (Cockpit Voice Recorder, la caja negra encontrada) y en la explotación de parámetros del vuelo disponibles", agregó.
Por otra parte, la investigación va a "estudiar las fallas sistémicas que pudieron ocasionar" el drama. "La investigación de seguridad se interesa en particular en la lógica del sistema de cierre de las puertas de las cabinas de pilotaje y a los procedimientos de acceso y de salida" de la misma, "así como a los criterios susceptibles de detectar perfiles psicológicos particulares".