El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sugirió este viernes que Cuba está en la antesala de su posible exclusión lista de las naciones que patrocinan el terrorismo, al confirmar que el Departamento de Estado ha concluido la revisión del caso cubano. A pesar de ello, añadió, esta valoración aún deberá sortear un segundo filtro de revisiones desde distintas agencias antes de que el Ejecutivo emita su propia recomendación.

“El proceso de revisión (del Departamento de Estado) ha concluido… Pero no haré ningún anuncio formal hoy (jueves) hasta que tenga en mi poder esas recomendaciones”, aseguró Obama en medio de crecientes rumores sobre su posible anuncio en el marco de la Cumbre de Las Américas, en la que participará este viernes en Panamá.

Una medida que, según han reconocido representantes ambos países, podría acelerar la apertura de las embajadas de Estados Unidos y Cuba para marcar así el fin de 50 años de ruptura y distanciamiento. El presidente de EU hizo estas declaraciones en Kingston, Jamaica, poco después de su encuentro bilateral con la primer ministro de ese país, Portia Simpson-Miller, y antes de su viaje a la Ciudad de Panamá.

En rueda de prensa, Obama se mostró confiado en la apertura de las embajadas de ambos países este mismo año y aseguro que, desde el inicio del proceso de reconciliación con la Isla, sabía que esta normalización de las relaciones diplomáticas “no se producirá de la noche a la mañana”.

A pesar de que el Departamento de Estado se mostró hermético, a la hora de confirmar si había recomendado al presidente la exclusión de Cuba de la lista, CNN adelantó que la propuesta va en el sentido de sacar a Cuba de la lista negra. Por lo pronto, el secretario de Estado de EU, John Kerry, se reunió por la tarde en Panamá con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, como parte del deshielo.

Analistas subrayaron lo positivo de un anuncio sobre la salida de Cuba de la lista. “La recomendación del Departamento de Estado, para que el presidente Obama remueva a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo internacional, elimina un gran obstáculo para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana”, consideró el profesor William LeoGrande, de la American University.

“Si Obama actúa sobre la recomendación en el marco de la VII Cumbre de las Américas, se fortalecerá significativamente la posición diplomática de Washington en América Latina y generará un ambiente positivo para sus interacciones con los jefes de Estado del hemisferio, incluyendo el líder cubano, Raúl Castro”, añadió.

Pero en caso de que Obama recomiende efectivamente a Cuba del citado listado, su salida del ostracismo al que Estados Unidos la condenó desde la presidencia de Ronald Reagan tendrá un carácter más simbólico que efectivo. La disposición deberá turnarse al Congreso, que tiene 5 días para oponerse o validarla. Pese a que el sector más conservador del Partido Republicano se pronunciará con toda seguridad en contra de esta recomendación, y posiblemente recurra a una iniciativa para revocar la recomendación, difícilmente conseguirá los votos suficientes en ambas cámaras para superar el veto presidencial.

Las negociaciones que revelan la disposición de Washington y La Habana para normalizar las relaciones diplomáticas, se vieron ayer alentadas por el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, quien pidió a los presidentes de EU y Cuba aprovechar su histórico encuentro en Panamá para acelerar los pasos hacia la reconciliación. “Espero que aunque los países de las Américas van a discutir muchos asuntos regionales, los presidentes de EU y Cuba utilicen esta oportunidad para seguir mejorando su relación”, señaló.