Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer cifras sobre la participación laboral de las mujeres mexicanas y reveló que en 2013 l
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer cifras sobre la participación laboral de las mujeres mexicanas y reveló que en 2013 las labores domésticas que realizaron fueron equivalentes a 15.5% del Producto Interno Bruto nacional (PIB).
El Día Internacional de la Mujer es una fecha impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a partir de 1975, que surge como manifestación en pro de la justicia, la paz y el desarrollo de la mujer, así como a favor de una participación más activa y equitativa en la sociedad.
El trabajo no remunerado del hogar continúa a cargo principalmente de las mujeres y es importante reconocer que estas actividades cotidianas implican un aporte fundamental en el bienestar de la sociedad. De las 2 mil 148 millones horas a la semana que en 2013 la población destinó a estas labores, ellas realizaron el 78% de estas actividades.
En México, las mujeres que habitan en las áreas rurales destinan semanalmente 7.8 horas más a realizar las labores domésticas y de cuidados que las que viven en las zonas urbanas, quienes realizan 42.5 horas a la semana, equivalentes a contribuir con 49 mil 700 pesos al año para cubrir las necesidades de su hogar.
En cuanto a la relación de parentesco con el jefe del hogar, las mujeres cónyuges obtendrían 58 mil 100 pesos por sus labores domésticas no remuneradas, monto que representa 1.4 veces lo que realizan las jefas del hogar.
Las labores del hogar se concentran en las mujeres de 20 a 39 años, quienes destinan en promedio 15 horas a la semana para preparar los alimentos, mientras que las mujeres de 12 a 19 años se enfocan principalmente en brindar cuidados generales a los integrantes del hogar, con 10 horas a la semana. Su trabajo equivale a 42 mil 500 pesos al año.
Un dato interesante es que entre mayor es el nivel de educación de las mujeres, menor es su participación en las labores domésticas, contrario a los hombres, quienes colaboran más si tienen una escolaridad superior.