Teresa de Jesús Mora Ruíz interpuso una demanda contra el Departamento de Policía de Seattle para que las autoridades estadunidenses reparen el daño por la muerte de su ex esposo Antonio Zambrano Michoacán.-
Michoacán.- La viuda del migrante mexicano, Antonio Zambrano interpuso una demanda por 25 millones de dólares contra el Departamento de Policía de Seattle en Washington, confirmó Pedro Fernández, presidente de Fuerza Migrante Sin Fronteras.
Afirmó que existen todas las condiciones legales y testimoniales para que se gane el millonario juicio.
Teresa de Jesús Mora Ruíz, de 32 años de edad, se asesoró con un despacho de abogados estadounidenses para demandar la reparación del daño por la muerte de Zambrano Campos, abatido por policías policía de Washington, D.C., el pasado 10 de febrero en Pasco.
De acuerdo con el organismo de defensores de derechos humanos y organizaciones migrantes en Estados Unidos, el michoacano fue víctima del autoritarismo de la policía, quien sin argumentos sólidos abatió al oriundo de La Placita, comunidad del municipio de Aquila.
La muerte del michoacano dejó en la orfandad a dos jovencitas de 17 y 13 años, Teresa y Erika, quienes vivían con Teresa de Jesús, tras la ruptura matrimonial con el ahora occiso.
Pedro Fernández manifestó que a la lucha legal se ha integrado el cónsul de esa zona, Eduardo Vaca; sin embargo, criticó la lentitud de la cancillería mexicana para abordar el tema de las violaciones sistemáticas a los derechos de los migrantes mexicanos.
Según Fuerza Migrante, del 2007 a la fecha las autoridades mexicanas y los organismos migrantes, dan cuenta de 76 asesinatos de connacionales y centenares de violaciones.
"Y esas son las menos. Solamente tenemos las que se han documentado con filmaciones y las que se han atrevido a denunciar los familiares de los asesinados. Pero los números son mucho mayores y no se denuncian porque los paisanos se encuentran en calidad de ilegales", denunció el dirigente migrante.
En este sentido, lamentó que a la muerte del migrante, se hayan sumado una serie de "apoyos oportunistas" por parte de políticos que tratan de capitalizar con la pena ajena.
Dijo que el caso del michoacano asesinado debe obligar a la Secretaria de Relaciones Exteriores a replantear sus acciones en materia de protección a los migrantes.
"No tiene la capacidad operativa ni la eficacia en su actuar. Está llena de 'juniors' y recomendados que nada saben de la situación real que padecen millones de connacionales", afirmó.
Cuando Antonio se cayó de una escalera en su trabajo, en Estados Unidos, se quebró las manos; meses después éstas aparecían en alto cuando policías empuñaban las pistolas que accionaron en varias ocasiones contra él.
Ahí terminó el sueño americano que Antonio Zambrano Montes emprendió hace 10 años cuando con su esposa y sus dos hijas cruzó la frontera como indocumentado. Había dejado la vida en el rancho La Parotita en Aquila, Michoacán.
La tarde del 10 de febrero policías de Pasco, Washington, persiguieron a Antonio, quien fue grabado por automovilistas cuando corría con las manos arriba. Sus manos estaban recién lastimadas por quebrárselas en el trabajo, asegura su primo hermano José Rosario Zambrano.
Por teléfono, su primo es firme y contundente en su exigencia. Alza un poco la voz: "eso es el misterio que hay ahí, eso tiene que salir, porque no revelan nada de eso: que él estaba lesionado de las manos" y la policía afirma que estaba lanzando piedras.
A sus 35 años, la vida del mexicano terminó por las balas de los agentes. Poco antes había terminado la relación con su esposa, comentó José en una llamada desde Seattle, Washington. No era un buen momento para él.
"(Antonio) estaba pasando por un estrés, un drama, o cómo decir... un problema, porque tuvo a su familia aquí y luego tuvo el accidente que lo dejó herido y sus patrones no se preocuparon en atender sus lesiones", comentó su primo. "No supo cómo llevar todas esas cosas (...) tampoco hablaba inglés".
El michoacano quiso iniciar un juicio en Estados Unidos para que su patrón "le diera algo de dinero", pero no supo cómo hacerlo. Todo quedó en un intento, como cuando quiso evadir a los agentes que lo perseguían el 10 de febrero, en medio del tráfico de una avenida de Pasco.
Antonio "estaba pasando por una situación muy, muy, muy mal". Ya no pudo trabajar en el campo como jornalero en medio de las manzanas, las uvas y la "cherry", dijo su primo, quien vive a más de tres horas de distancia de donde el cuerpo de su familiar quedó bocabajo sobre el pavimento.
La policía aseguró que Antonio estaba lanzando piedras contra los coches cerca de un supermercado latino; cuando llegaron los oficiales, el mexicano se negó a acatar las órdenes que le daban y después lanzó piedras contra los agentes e hirió a dos.
Los agentes trataron de someterlo con una pistola eléctrica, pero Antonio escapó. Lo persiguieron unos metros mientras el michoacano levantaba las manos. No fue suficiente para detener la agresión, al darse la vuelta y poner las manos de frente las balas de los policías ya perforaban su cuerpo.
"El error que haya hecho, sé que él tuvo miedo de que los policías lo fueran a tumbar al suelo y le fueran a lastimar sus manos y la cosa es que nadie me habló si él estaba bien o no, ¿me entiendes?", dijo.
Ante la situación, los familiares con los que convivía en Pasco lo apoyaron con comida, "pos pa' que viviera, ¿me entiende?".
José recuerda muy bien a su primo hermano porque vivió en su casa. "Era un muchacho tranquilo, ¿me entiendes?, no le gustaba andar vacilando con mucha gente, era medio serio, tranquilón, trabajador".
José viajará mañana a Pasco para ver el cuerpo de su primo, mientras que Agapita Montes realiza en Colima los trámites para repatriar el cuerpo de su hijo.
"(Agapita) está muy dolida como madre por lo que pasó, pero ahorita están pues muy confundidos por muchas cosas, pero ella quiere venir para acá (Pasco) a llevarse a su hijo para México", expresó José.
El presidente Enrique Peña Nieto pidió al secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, apoyar a la familia de Antonio para "que sienta el respaldo del gobierno de México, que no se sienta sola". Además, de que se dé puntual seguimiento al caso de "este hecho tan lamentable y tan indignante".
Mientras tanto, en México y la comunidad latina de Pasco han repudiado el asesinato de Antonio. El miércoles hubo una manifestación frente al ayuntamiento con carteles con leyendas en español que decían: "Paren de disparar a nuestra gente" y "Basta de violencia policial".
Este sábado diversas organizaciones y residentes en EU alistan una protesta frente la alcaldía de Seattle por la muerte del mexicano a manos de tres agentes de Pasco.