El 6 de enero Carlos Temores Campaña falleció en su casa, sacudiendo el corazón de la industria de la moda y de una generación de creativos de la Ciudad de México. Esta es su historia Agencia México, D
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México, Distrito Federal.- Zemmoa contiene las lágrimas abanicando su rostro durante una conferencia de prensa en la colonia Roma. La poster girl de la vida nocturna alternativa de la Ciudad de México está en la presentación de su nuevo video “Relámpago” al lado del músico Jaime Kohen. Sin su habitual protagonismo, ha permanecido en silencio durante una hora. Mientras Jaime platica entusiasta sobre su colaboración, ella está hundida en el sillón, suspira de cuando en cuando con la mirada fija en sus uñas adornadas con moñitos negros.
Tendría que ser día de fiesta, pero Zemmoa, la transgénero más famosa de la ciudad, está de luto. Su buen amigo Carlos Temores, murió hace una semana.
T.E.M.O.R.E.S, como era conocido, tenía 31 años y más de 10 dedicado a la moda. Era parte de una generación de talentos surgidos de Casa Francia, destacando en las plataformas de la industria con sus cuatro colecciones. Quizá, más que eso, era parte de un grupo de jóvenes que una década atrás sacudió la escena creadora y las fiestas de la capital. Eran el grupo del que muchos querían formar parte, vestir con su estrafalario guardarropa, aparecer junto a ellos en las fotos del blog Diario de Fiestas (DDF), del que eran protagonistas.
Casi una década después del primer post de DDF, el blog está desierto, y tres de aquellos protagonistas ya no están. Quetzal, diseñador de Marvin & Quetzal rodó por las escaleras del edificio donde vivía en septiembre de 2011, después de días seguidos de fiesta. Tenía 23 años.
César Arellano, el fotógrafo autor del blog y responsable de la fama del grupo, fue encontrado muerto en su departamento en febrero del mismo año. Hace poco más de un mes, el 7 de enero, un día después del cumpleaños de Quetzal, Temores subió al tercer piso de su edificio, quizá iba al cuarto de lavado, quizá sólo a fumar un cigarro. A las 12 del día el portero encontró su cuerpo en el piso de la planta baja. Había caído por el cubo de luz.
Temores sonriente, con la cabeza echada para atrás, en una playera blanca de tirantes, abraza a Zemmoa que mira sensual a la cámara con el dedo en la boca, una blusa de leopardo y los labios rojos, a juego con la pared sobre la que se recargan. La imagen todavía se puede ver en los archivos de Diario de Fiestas. La tomó Arellano en una fiesta en 2007.
En los primeros años del nuevo siglo, los jóvenes de clase media estaban más informados que nunca sobre ropa, música y arte gracias a Internet. Talentos emergentes como Temores, Mancandy, Marvin y Quetzal, encontraron un escaparate perfecto y la fama local de ese modo, formando un grupo al que muchos aspiraban, aunque pocos eran lo suficientemente cool para lograrlo. Arellano tomaba sus glamorosos retratos en el desaparecido antro Pasaje América y las publicaba en su blog, que el sábado por la mañana cientos visitaban con la esperanza de encontrar su foto.
Estos amigos con vidas aparentemente fabulosas abrieron el camino para la expresión alternativa en distintos rubros, entre ellos, la moda. Tras años en los que el diseño nacional era pro mexicano, que rescataba colores, materiales y tejidos tradicionales, Carlos Temores y sus amigos irrumpieron en las plataformas de moda con materiales fuera de lo común, estampados de Mickey Mouse y peinetas flamencas.
Diez años después, ese mundo cambió. Unos son diseñadores consagrados, estrellas de la semana de la moda con boutiques en el extranjero mientras que otros están en el olvido. Zemmoa pasó de dar un show más cómico que musical en Pasagüero a irse de gira por Europa y dedicarse enteramente a cantar pop.
En otra foto de DDF aparece Quetzal con los ojos cubiertos por su alborotado pelo rizado, con los labios semiabiertos y rosados. Lo abraza Temores y tapa su rostro acercando a la cámara de César su dedo medio levantado. Sólo alcanzan a verse sus pequeños ojos negros y un delicado bigote.