Usó la fortuna personal para crear su zoológico Club de los Animalitos, hace 20 años. Hoy el diputado local de Acción Nacional por Tehuacán, Sergio Gómez Olivier, dice que no hay irregularidades en su operación,
Usó la fortuna personal para crear su zoológico Club de los Animalitos, hace 20 años. Hoy el diputado local de Acción Nacional por Tehuacán, Sergio Gómez Olivier, dice que no hay irregularidades en su operación, y se amparará ante la decisión de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de asegurar más de un centenar de ejemplares por el estado en el que se encontraban.
El proyecto que inició con la compra de algunos ejemplares de tigres, leones, bisontes, osos y monos, entre otros, se transformó en un zoológico en el que ahora conviven más de 240 animales, la mayoría de ellos especies que lograron reproducirse en cautiverio, aunque de acuerdo con la Profepa, algunas eran objeto de maltrato por descuido.
Durante un recorrido que realizó EL UNIVERSAL a este sitio, se constató que animales como “El Güero”, uno de los tigres de bengala que están en el lugar, viven de forma permanente en jaulas, que aunque en el caso de estos felinos tienen hasta tres niveles distintos, no son grandes espacios. Sólo los patos o tortugas gozan de libertad para andar por los pasillos del zoológico.
Un día después del operativo de Profepa para asegurar a 101 animales, el lugar estuvo abierto al público para visitar al resto de las especies que están en exhibición, y a los que es posible acercarse para ofrecerles de comer una zanahoria sin ninguna otra medida de seguridad que las rejas, aunque los ejemplares parecen estar familiarizados con la cercanía de la gente.
Gómez Olivier, el propietario, quien es un prominente empresario en la industria ferretera, aseguró que empezó a interesarse en los animales exóticos durante sus numerosos viajes en África, Asia, Europa, Estados Unidos y Canadá, donde estudió.
A mediados de los años 90 compró ejemplares de tigres, leones, monos, jaguares, entre otros, la mayoría provenientes de circos y zoológicos de Estados Unidos y de Canadá, pero también de entidades como Zacatecas y Nuevo León, y decidió abrir el Club de los Animalitos.
“Esto no es un negocio”
En entrevista, el legislador local panista reveló que su colección de animales —que ya son prácticamente descendientes de los que compró en los años 90—, está evaluada en aproximadamente 10 millones de pesos.
Aseguró que el zoológico le cuesta mensualmente 200 mil pesos y las entradas del público le permiten recaudar 50 mil pesos al mes. Lo que se traduciría en pérdidas de 150 mil pesos al mes al operar el sitio.
Se defendió. “Esto no es un negocio. Es muy caro el mantenimiento. Nada más es la satisfacción de tener a los animales”.
Gómez Olivier sostuvo que todo se hizo bajo las reglas y normas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cuyos permisos fueron otorgados al también empresario en 1999, lo que le permitió operar su zoológico.
Dueño de Grupo Gómez Olivier que incluye las ferreterías, eléctricas, dobladoras y constructoras del mismo nombre, afirmó que la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa) ha realizado inspecciones de manera regular y siempre se había dicho que su zoológico estaba en orden.
Pero el lunes, la Profepa ordenó decomisar a 101 de sus animales por maltrato y con el motivo de que se operaba un predio inadecuado para el manejo de estas especies.
No obstante, el diputado poblano aseguró que el decomiso es parte de una venganza política confabulada por su compañera del Partido Verde Ecologista (PVEM), Geraldine González Cervantes, quien busca presentarse como diputada federal durante las próximas elecciones legislativas, por lo que “intenta desacreditar a Acción Nacional para ganar.
“La función que tengo es que sigan reproduciéndose los felinos y que sea un proveedor de otros zoológicos alrededor del mundo, y ahora desgraciadamente me quieren calumniar diciendo que soy un maltratador de animales”, lamentó el diputado, quien presentará en los próximos días un amparo contra la decisión de la Profepa.
“Como pudiste ver, le metí la mano a todos los animales y no hicieron nada. Me conocen, me huelen, me dan lenguetazos porque hay mucho afecto de parte de ellos. Son animales que nacieron acá, les dí el biberón y están acostumbrados a mí. Un jaguar negro está jugando. Los animales están contentos. Esto es una calumnia”, agregó.
De hecho, en la sala de su casa exhibe los cuerpos de los ejemplares que perdieron la vida. Los taxidermistas le permiten así seguir cerca de ellos.
El empresario señaló que todos los animales fueron comprados de forma legal con el dinero de su familia, cuya fortuna “alcanza varios millones de dólares”. Explicó que ha ganado prestigio en el mundo, al ser reconocido como el mayor reproductor de felinos en cautiverio en América, ya que en los últimos cuatro años nacieron 300 animales en su zoológico.