Pruebas demuestran un enriquecimiento mineral en la composta regada con esta solución De la redacción La paz, Baja California Sur.- El Dr. Alfredo Beltrán Morales, profesor-investigador del Departamento Académic
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La paz, Baja California Sur.- El Dr. Alfredo Beltrán Morales, profesor-investigador del Departamento Académico de Agronomía de la UABCS, realiza con su equipo de investigación una alternativa novedosa de fertilizante orgánico a base de agua de cola, una sustancia que se obtiene reciclando los residuos de organismos marinos como el camarón y la sardina, entre otros.
Actualmente, los campos agrícolas utilizan fertilizantes de origen industrial para mejorar la producción, cuyo precio oscila entre los 20 pesos por litro. No obstante, la alternativa en la que trabajan el catedrático de la UABCS y sus colaboradores se obtiene de manera natural y es prácticamente gratis, ya que los productores agrícolas podrían fabricarlo.
Además, la utilización de este método ofrece la ventaja de ayudar a disminuir los residuos que dejan distintas pesquerías, al mismo tiempo que se aprovechan y se reutilizan para la actividad agrícola.
“Trabajar con desechos marinos en la agricultura data de muchos siglos atrás y no es nuevo. Lo que sí es nuevo es lo que estamos haciendo al experimentar con cabezas de camarón, sardina, e incluso cascarillas de jaiba”.
Por otra parte, Beltrán Morales indica que los desechos marinos poseen muchos nutrientes, como la proteína, cuyo principal componente es el nitrógeno, elemento químico que “es de mucho agrado a las plantas”.
La fabricación del agua de cola propuesta en la investigación, se logra al triturar las cabezas y colas de camarones y sardinas. Posteriormente se someten a un proceso de cocción hasta obtener el líquido final.
Para comparar los efectos del agua de cola frente al agua normal que se utiliza en los riegos tradicionales, Beltrán Morales levantó dos montículos de tierra a los que, previamente, agregó desechos de cosecha y estiércol a modo de composta. En el primero empleó el agua tradicional y en el otro la solución de cola. De este modo el investigador puede medir cuál de los dos métodos ayuda a producir mayor cantidad de nutrientes en la tierra compostada.
Hasta el momento, se observa un elevado enriquecimiento mineral en la composta regada con la solución de cola, misma que se está probando en el cultivo de tomate a pequeña escala, con muy buenos resultados.
Por otra parte, los estudios de laboratorio para analizar la presencia de bacterias como la E. Colli o la Salmonela fueron negativos, indicando que no existen estos agentes patógenos en la composta regada con el agua de cola, lo cual añade una virtud más al método. No obstante, el investigador destacó que aún faltan algunas mejoras en cuanto al proceso de producción de composta.
Cabe destacar que este proyecto se lleva a cabo con productores orgánicos de Ciudad Constitución y Puerto San Carlos, y cuenta con el apoyo de Fundación Produce, organismo encargado de apoyar proyectos de investigación relacionados con el campo.