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México.- Uno de los jarrones de bronce del conjunto escultórico que engalana el Paseo de la Reforma resultó dañado luego del plantón que profesores de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores para la Educación (CNTE) montaron el lunes por la tarde.

Por la noche, cuando los maestros fueron desalojados y levantaron las carpas y casas de campaña que habían colocado en la vía, bajaron uno de los jarrones ubicados en la esquina con Bucareli y le prendieron fuego.

La pieza de bronce, con valor histórico, presenta daños en la parte superior, le falta una asa y fue abandonada al pie del pedestal, tal como se pudo constatar en un recorrido realizado al mediodía del martes.

Hasta ahora, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha respondido si ha evaluado los daños y qué sucederá con la pieza.

El jarrón está ubicado frente al hotel Meliá y es uno de los elementos decorativos que formaba parte del conjunto escultórico original concebido por Francisco Sosa en 1887, el cual incluía 36 estatuas representativas de personajes ilustres.

Además de este jarrón, los pedestales y estatuas que se encuentran a lo largo de Reforma lucen vandalizados, con huellas de grafitis y pintura.

A principios de este año, la Secretaría de Obras y Servicios del Distrito Federal invirtió 5.2 millones de pesos en la restauración y limpieza de 76 esculturas, 71 jarrones, sus pedestales y placas de identificación con el fin de darles mantenimiento profundo y especializado, pero apenas pasaron unos meses y las piezas fueron vandalizadas nuevamente.

Las estatuas que bordean el tramo principal de Paseo de la Reforma – de la Glorieta del Ángel a Bucareli-, son en total 76 y están dedicadas a personajes mexicanos que han destacado en ámbitos como la política, militar, intelectual y científica. Estas piezas fueron creadas en el siglo XIX y por normativa se encuentran en el catálogo de monumentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que cualquier intervención o mantenimiento debe contar con el aval del instituto. Cualquier daño o robo también debería ser penalizado por el INAH.

Una segunda parte de este conjunto escultórico se encuentra en el tramo norte de Paseo de la Reforma, del metro Hidalgo a la Glorieta de Peralvillo. Esas piezas fueron colocadas en el siglo XX, por lo que su salvaguarda está a cargo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) Esta no es la primera vez que las esculturas resultan afectadas por actos de vandalismo. Desde hace varios años, por ejemplo, la estatua de Antonio Carvajal sostiene una espada mutilada.

Incluso, a principios de 2011, la estatua dedicada al doctor Rafael Lucio, -que se ubicaba donde ahora está el jarrón dañado- desapareció de la noche a la mañana y hasta la fecha no hay noticias de su paradero.