Las algas marinas son un recurso que pudiera aprovecharse, señala catedrático de la UABCS
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La Paz, Baja California Sur.- Las algas en los ecosistemas de BCS son relevantes por muchos motivos. En primer lugar, tienen la propiedad de reducir el efecto de los gases de invern
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sábado, 24 de enero de 2015.
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La Paz, Baja California Sur.- Las algas en los ecosistemas de BCS son relevantes por muchos motivos. En primer lugar, tienen la propiedad de reducir el efecto de los gases de invernadero, al absorber el carbono del aire. Asimismo, estas plantas se aglutinan en grandes grupos, dando paso a hábitats donde otras especies pueden reproducirse y desarrollarse.
Sin embargo, sus virtudes van más allá del aspecto puramente natural. Por ejemplo, existen algunas especies que pueden ser aprovechadas para obtener fibra y, posteriormente, elaborar papel. También de las algas se puede obtener etanol, un compuesto químico que en la actualidad ha obtenido una alta importancia dentro de la industria energética.
Por otra parte, poseen propiedades que pueden ser utilizadas en la industria farmacéutica o en el área agrícola, donde han demostrado tener gran potencial en la elaboración de fertilizantes neutralizadores para tierras ácidas, sobre todo las algas calcáreas.
El Dr. Rafael Riosmena Rodríguez, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur y especialista en el tema, señala que los bosques de algas marinas, presentes desde la parte norte hasta la parte sur del Golfo de California, tienen un valor económico importante que “se ha calculado en varios miles de dólares por metro cuadrado”.
Existen organismos como los bosques de sargassum, género de macroalgas conocido como “maleza”, que llegan a cubrir más de 500 hectáreas de costa en zonas como Bahía Concepción. A su vez, están los bancos de rodolitos, individuos pertenecientes a las algas rojas calcáreas que no están sujetas a un sustrato fijo, los cuales abarcan miles de hectáreas en los litorales de la península.
Esta situación, señala el catedrático universitario, podría significar una gran ventaja, pues estos organismos presentan gran facilidad para ser cultivados, siendo candidatos factibles para el acuicultivo, como las algas pardas, que poseen tasas de crecimiento elevado.
Además, este tipo de plantas pueden producirse caseramente y generar un sustento económico y sustentable para distintas familias, quienes podrían utilizarlas en la elaboración de alimentos.
Sin embargo, en México no existe una cultura del aprovechamiento de estos recursos ni una valoración profunda respecto a su disponibilidad, esto en parte por la política conservacionista que existe en el país.
No obstante, el académico asegura que es importante incorporar estos recursos a la cartera de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, para hacer una cadena de producción a partir de ellos y reconocerlos como elementos que pueden generar una economía en el mercado.
Para esto, es de vital importancia que se considere a estos ecosistemas, debido a que son ambientes íntegros e integrales que deben cuidarse porque las comunidades costeras dependen de ellos. “Si se piensa en el océano solamente como un lugar para extraer y no invertir en su cuidado a largo plazo, este tipo de ecosistemas pueden desaparecer lo que causaría detrimentos e impactos en el entorno ecológico, concluye el Dr. Riosmena.
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