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Hoy es martes, 23 de abril de 2024

Voces en el tiempo; la alegría va a escena

Una alegoría a la historia de Mérida arrancó las actividades artísticas de esta ciudad como Capital Americana de la Cultura 2017. La fórmula no podía fallar: un espectáculo multidisciplinari

Voces en el tiempo; la alegría va a escena

Una alegoría a la historia de Mérida arrancó las actividades artísticas de esta ciudad como Capital Americana de la Cultura 2017. La fórmula no podía fallar: un espectáculo multidisciplinario, con música en vivo, proyección video-mapping sobre la fachada de la Catedral de San Ildefonso y más de medio centenar de artistas en escena, algunos de ellos realizando contorsiones, danza aérea y acrobacia.

Titulado Voces del tiempo, el espectáculo que reunió a más de tres mil personas en la plaza principal de Mérida, fue una versión reducida de las llamativas producciones que llevan a escena otras agrupaciones como el multiafamado Cirque Du Soleil. El vínculo es inmediato, la producción estuvo a cargo de la compañía Ilaii, que es codirigida por la bailarina mexicana Karen Bernal, quien ha participado con la compañía canadiense de entretenimiento y quien se formó con Mikhail Satin en México y con Pilar Serrat en España. Producir Voces del tiempo llevó dos meses completos; se trata de un espectáculo diseñado especialmente para Mérida. De manufactura impecable, intenta hacer un recorrido por la historia de la ciudad, desde sus orígenes cuando los mayas dominaban el territorio, hasta la llegada de los españoles y la transformación de la urbe con nuevos habitantes. Para dar vida a la historia se requirió la participación de 54 artistas de la escena, 28 de ellos acróbatas y bailarines y 26 músicos. De todo el elenco, 80 por ciento fueron artistas locales elegidos mediante un casting. Para la parte musical fue seleccionada la voz de Gina Osorno y, tratándose de Mérida, el trío Los Juglares se encargó de cerrar el espectáculo, tratando de redondear la historia con ánimo festivo y ensalzando las cualidades de la ciudad y su gente. Durante 45 minutos, los artistas recrearon diferentes escenas, quizás las más lógicas y recurrentes: guerreros jaguar en la selva, la llegada de los españoles en bergantines y el épico enfrentamiento entre dos culturas, para cerrar con una historia de amor y sellar felizmente la alegoría. El espectáculo es parte de las 50 eventos que se han organizado con motivo de la distinción de Mérida como capital cultural de todo el continente. El programa incluye la participación de compañías internacionales, especialmente de teatro y danza. Aquí se verá por ejemplo, el estreno de Per te, de la compañía Finzi Pasca, y también llegará el Festival Internacional de las Luces (FILUX), que realizará su primera versión fuera de la Ciudad de México. El espectáculo de teatro de sombra Ada/Ava, de la compañía Manual Cinema, el espectáculo músico-escénico Recycled Percussion y el teatro físico de la compañía Gravity and Other Myths con su puesta en escena A Simple Space también forman parte del festejo que cerrará en diciembre próximo con un concierto masivo a cargo del argentino Fito Páez.

EL ORO VERDE

Si Mérida busca brillar como Capital Americana de la Cultura recibiendo muestras de las expresiones artísticas modernas más variadas, también busca poner en valor su añejo pasado. A sólo unos kilómetros de la ciudad sobrevive el vestigio de una de sus historias más prósperas, pero también más dolorosas: la de las haciendas henequeneras que significaron la bonanza económica por medio del llamado oro verde y la explotación más vil del pueblo maya. Autores como Fernando Benítez o John Kenneth Turner se encargaron de recuperar la historia cruel detrás del henequén, pero los muros de antiguas haciendas como la de Teya, fundada en 1683 y hoy convertida en un exitoso restaurante y salón de eventos sociales, o la de Sotuta de Peón, recuerdan la riqueza que produjo el agave fibroso. En esta última se montó un museo vivo que revive toda la faena que se realizaba para explotar la planta. Las maquinarias antiguas, utilizadas desde 1858 funcionan ahora a base de energía eléctrica y permiten conocer todo el proceso que el henequén debe seguir para convertirse en una de las fibras más resistentes que sucumbió ante la llegada de materiales sintéticos.