• La interrogante de todos: “¿Por qué las impresionantes medidas de seguridad?” • En cuanto a inseguridad; “no escondo la cabeza”, advierte el mandatario

La Paz, Baja California Sur.- Las personalidades, deportistas distinguidos y alumnos más destacados, incluso personas con discapacidad, -todos invitados-, empezaron a hacer su arribo desde antes de las 12:00 mediodía, al Teatro de la Ciudad, escenario para lo que fue el primer informe de actividades del segundo gobernante sudcaliforniano bajo las siglas del PAN. A todos llamó la atención el impresionante sistema de seguridad utilizado ahí, al tener que pasar, integrados en largas filas, ciertos filtros de seguridad mediante la portación de gafetes a la vista, o ser clasificados con un pequeño distintivo de color rojo o verde. Sin embargo, no era para menos cuando las amenazas cumplidas de quienes profesan el mal brotan de cualquier parte, y ahí estuvieron presentes los gobernadores de Puebla, Rafael Moreno Valle; de Querétaro, Francisco Domínguez Servién; de Durango, José Rosas Aispuro; de Tamaulipas, Francisco González Cabeza de Vaca; así como representantes de gobernantes de otros tantos estados del país, sin descartar altas personalidades de justicia locales, alcaldesas, alcaldes, Etc. Además, -claro está- el representante del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, quien descansó esa responsabilidad en el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Rafael Pacchiano Alamán. Por eso tal vez, la duda sobre ese particular, se disipó. Ya desde mucho antes, las centenares de cámaras de los medios de comunicación y las grabadoras cumplían su labor de captar todo para informar. Puntual, a las 12:56, hizo su arribo Carlos Mendoza, por la puerta principal del ya abarrotado teatro. Lo hizo flanqueado por su esposa Gabriela Velázquez y su pequeño hijo, además del representante presidencial y otras personalidades. Unos segundos después, justo cuando una cavernosa voz desde el alta voz dijo: “el teatro de la ciudad da a ustedes la más cordial bienvenida”, de prisa, solicitando su asiento, llegó el titular de la Secretaría estatal del Trabajo Gustavo Hernández Vela y su segundo de abordo. Enseguida, con todo respeto, se iniciarían los Honores a Nuestra Enseña Patria y tras ello, justamente por el término de una hora con 08 minutos, el gobernante hablaría de las obras y acciones realizadas en un año, en ese afán de que baja California Sur camine hacía un mejor futuro para todos: “vamos por él”, sentenciaría después. De impecable blanco, al igual que el 90 por ciento de los ahí presentes, y luego de la transmisión de un mini-video, Carlos Mendoza, cuando al iniciar su intervención a las 13:24 horas, dijo: “”muy buenas tardes a todas y todos”, recibiría el tercer nutrido aplauso, de un total de 43 que se dejaron escuchar durante su Informe. En aquel sobrio escenario, solamente cuidándole su espalda un par de tricolores enseñas nacionales que orgullosas mostraban el águila, símbolo de la sagacidad de los mexicanos, Carlos Mendoza –sin titubeos y voz firme- habló primero de su preocupación por los más desprotegidos, en base a la Ley de Asistencia Social y la promoción del desarrollo de pescadores, agricultores, y ganaderos. “Crecemos 2 veces más que la economía nacional”, -dijo orgulloso en otra parte de su informe- y recibió el sexto y nutrido aplauso al asegurar que: “somos el único estado donde todos los pescadores cuentan con un seguro de vida gratuito”. 40 minutos después la falta de respeto no se hizo esperar, cuando varios de los asistentes sacaron a relucir sus costosos celulares, y cuya irreverencia fue sumamente notoria en aquel acto solemne luego de que por espacio de minutos persistían en sus entretenimientos y mensajitos. Por supuesto que Carlos Mendoza, no soslayó el más grave problema que en estos momentos aflige a la sociedad sudcaliforniana: la inseguridad; sobre lo cual aceptó: “estoy plenamente consciente que vivimos una coyuntura compleja”. Pero sentenció: “el gobernador no esconde la cabeza”. Y Por tanto, precisó: “asumo la responsabilidad que me corresponde frente a una problemática que me preocupa como padre de familia y me ocupa como político”. Y prometió “Los momentos difíciles los vamos a superar” e hizo énfasis en su preocupación por que la inseguridad “ha generado descontento”, aceptando que: “mi mayor reto y preocupación ha sido dar a Baja California Sur paz y tranquilidad”, anunciando programas que coadyuvarán a combatir ese flagelo. E incluso, a toda la sociedad le dejó en claro: “viviremos en paz. No tengan duda; en eso estoy comprometido”. En medio de los nutridos aplausos que interrumpían su intervención, donde el gobernante habló de educación, salud, vivienda, empleo, turismo, y bienestar social, entre otros temas, eran ya las 14 horas con 10 minutos cuando rompió el hielo al provocar risas y sonrisas de los presentes tras asegurar que los niños y jóvenes que ahí lo acompañan son los alumnos más destacados del estado y quienes optan por estudiar en lugar de hacer cosas más divertidas “como jugar y ver poquemón”, por tanto les demandó: “no se rindan, porque ustedes serán los líderes y harán un estado más grande de Baja California Sur”. Faltaba poco para concluir su intervención, cuando siendo las 14: 24 horas, Carlos Mendoza hizo alusión a la labor del SDIF, encabezada por su esposa Gabriela Velázquez, donde con sus palabras, casi entrecortadas, ocasionó visibles lágrimas en el rostro de la primera dama al enumerar obras de la institución y decir de su familia: “quiero decirles que ha sido central la pasión y entrega de mi esposa Gaby. Que has sido tú, -le dijo ahí justamente enfrente- nuestros hijos Carlos, Gaby… han sido ustedes, sin duda, mis aliados incondicionales, que me han dado la tranquilidad en esos momentos difíciles, gracias a los tres por ser parte esencial de mi vida”. Agregando que: “en este camino recorrido, decirles que ha sido central la pasión, entrega, sensibilidad de mi esposa y compañera de vida…. Muchas gracias Gaby, con por tu entrega solidaria y compromiso con las familias sudcalifornianas”. No omitiría un agradecimiento a sus colaboradores, como no olvidaría el apoyo de sus hermanos, y menos el recuerdo de su padre-ejemplo Ángel César Mendoza Arámburo, de quien dijo: “mi padre me inculco principios firmes de justicia, respeto, honestidad, responsabilidad, lealtad y amistad, me siento orgulloso, profundamente orgulloso de ser su hijo”. Fue ahí, luego de enfatizar que más allá de todo, nuestra mayor riqueza no está en la geografía; sino que está en la demografía, es decir nuestra gente: “son las mujeres, nuestros niños y jóvenes, nuestros adultos mayores, nuestros trabajadores, nuestros médicos y enfermeras, nuestros maestros y maestras, nuestros pescadores, nuestros ganaderos, agricultores, emprendedores y empresarios; ustedes son nuestra mayor riqueza, somos el resultado del trabajo arduo de todos; resultado del esfuerzo de los que aman a nuestra tierra, sigamos juntos trabajando para construir un mejor futuro para Baja California Sur”, cuando todos de pie, a Carlos le brindaron la más fuerte ovación, mientras su esposa e hijo subían al estrado para abrazarlo.

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